Según informó la Oficina de Prensa del Vaticano en un comunicado emitido el miércoles, el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolín, se reunió el 30 de junio con los embajadores de Estados Unidos y de Israel, para tratar sobre el plan israelí de anexionarse partes de Cisjordania, y expresó su “preocupación” por “posibles acciones unilaterales que podrían poner aún más en peligro la ansiada paz entre israelíes y palestinos”.
Según indica el texto, Parolín llamó a israelíes y palestinos a reabrir el camino de la negociación directa, basada en las resoluciones pertinentes de la Organización de Naciones Unidas (ONU), facilitada por medidas que sirvan para establecer la confianza correlativa.
Asimismo, les exhortó a tener valentía para “decir sí al encuentro y no a la confrontación; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a las hostilidades; sí para respetar acuerdos y no a provocaciones; sí a la sinceridad y no a la duplicidad”.
El referido plan de anexión es parte del llamado ‘acuerdo del siglo’, que otorga a los palestinos una autonomía limitada dentro de una patria discontinua, deja en manos de Israel el cotizado valle del Jordán y olvida la problemática de millones de refugiados palestinos deseosos de retornar a sus tierras.
Este plan israelí se ha enfrentado con un rechazo internacional total. La Unión Europea (UE), la ONU y otros muchos organismos a nivel mundial han alertado de que es ilegal y, además, peligroso.
Las autoridades palestinas han condenado las continuas agresiones de Israel y han advertido que el pueblo palestino no se va a quedar de brazos cruzados ante este nuevo complot israelí.
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