El 22 de marzo, 4 individuos armados abrieron fuego sobre el público de un concierto organizado en el Crocus City Hall de Krasnogorsk, en las afueras de Moscú. El saldo provisional es de 133 muertos y al menos 115 heridos. Antes de retirarse del lugar los atacantes incendiaron el edificio.

El grupo de terroristas fue arrestado después por los rusos cuando trataba de cruzar la frontera ucraniana, mientras que varias personas los esperaban del otro lado. Los autores de la matanza capturados fueron identificados como originarios de Tayikistán y confesaron haber sido reclutados a través de internet para «matar por dinero». Dijeron no haber tenido ningún contacto con su empleador, pero tenían en su poder una tarjeta de visita de Dimitro Yarosh. Dado el hecho que Dimitro Yarosh es fundador de la milicia ucraniana neonazi Pravy Sektor así como el segundo responsable más importante del Consejo de Seguridad de Ucrania y consejero del jefe del ejército ucraniano, las autoridades rusas lógicamente acusaron al gobierno de Kiev. Dimitro Yarosh desmintió rápidamente la implicación de Kiev [1]. Otros 7 cómplices han sido igualmente detenidos.

La policía antiterrorista rusa torturó a los terroristas y filmó sus actos. La televisión pública mostró los videos y los comentó. La cultura rusa es simultáneamente europea y asiática. El pueblo ruso no siente ninguna empatía hacia los criminales.

El Emirato Islámico (el grupo yihadista Daesh, también denominado en Occidente “Estado Islámico”, “EI” o “ISIS”, según siglas en inglés) reclamó la autoría del atentado. Pero los terroristas capturados no eran fanáticos sino profesionales. No se inmolaron en público sino que huyeron, como los que perpetraron los ataques en París, en 2015, que dejaron 130 muertos. Esos hombres no actuaron movidos por el odio contra Rusia sino como sicarios contratados en el marco de una operación militar, cuyas implicaciones estratégicas habían sido cuidadosamente planificadas.

Según la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, los terroristas de Daesh serían los únicos responsables del ataque perpetrado en Moscú. Numerosos comentaristas occidentales han rechazado a priori toda mención de vínculos entre el terrorismo yihadista y los aliados del gobierno de Kiev. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de señalar a Ucrania sólo por reflejo. Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, mantiene sus acusaciones señalando únicamente a Kiev e ignorando incluso el reclamo de autoría supuestamente emitido por Daesh.

Desde 2014 y el derrocamiento del presidente ucraniano electo, hemos venido denunciando desde Red Voltaire los vínculos existentes, y comprobados, entre el terrorismo yihadista y los nacionalistas integristas ucranianos y hemos resaltado especialmente el papel de Dimitro Yarosh.

Los hechos hablan por sí mismos. No sabemos por ahora si los ucranianos organizaron o no la matanza perpetrada en Moscú, pero es evidente que conocían muy bien a los atacantes ya que los nacionalistas integristas ucranianos y los yihadistas trabajan juntos desde hace tres cuartos de siglo.

• Antes de la Segunda Guerra Mundial, la Hermandad Musulmana se vinculó con los nazis en contra de los británicos. Eso no es sorprendente. Todos los movimientos anticolonialistas de aquella época, incluyendo el de Gandhi en la India, trataron inicialmente de obtener el apoyo de las potencias del Eje. Pero, en general, se alejaron de ellas en cuanto comprobaron la naturaleza racista de los nazi-fascistas. La Hermandad Musulmana, sin embargo, recibió durante años subvenciones del III Reich [2] y mantuvo esos vínculos durante toda la guerra. Al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los servicios secretos británicos y estadounidenses captaron a numerosos dirigentes nazis y los “reciclaron” para utilizarlos en su guerra fría contra los soviéticos, también captaron a la cúpula dirigente de la Hermandad Musulmana.
Fue por consiguiente de manera muy natural que la CIA estadounidense puso a “trabajar” juntos a Gerhard von Mende, el especialista nazi del islam en la Unión Soviética, y a Said Ramadán, el yerno del fundador de la Hermandad Musulmana. Como Said Ramadán había dirigido un programa en la radio pública pakistaní [3], la CIA le dio empleo en Múnich, en Radio Free Europe/Radio Liberty, donde Said Ramadán hacía un programa dirigido a los musulmanes de la URSS.
Fue en las oficinas de Radio Free Europe/Radio Liberty, en Múnich, donde Said Ramadán conoció a Stepan Bandera, líder de la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), y a Yaroslav Stetsko, el ex primer ministro ucraniano impuesto por los nazis y brazo derecho de Bandera. Los “banderistas” de hoy –designados por Moscú como “ucronazis”, mientras que ellos mismos se definen como “nacionalistas integristas”– fueron la “mano de obra” fundamental en el golpe de Estado de 2014 en Ucrania –el denominado “EuroMaidan”– que derrocó al presidente electo ucraniano, Viktor Yanukovich [4].

• En los años 1970, el millonario saudita Osama ben-Laden participó en las reuniones de la Liga Anticomunista Mundial, copresidida por el chino Chian Kai-chek y por… el ucraniano Yaroslav Stetsko [5]. Osama ben-Laden era miembro de la Hermandad Musulmana y había sido formado por el hermano de Sayyid Qutb, el estratega de la cofradía y teórico de la yihad. Con esas credenciales llegó Osama ben-Laden a ser seleccionado por la CIA estadounidense para convertirse en el jefe de los muyahidines que lucharían contra los soviéticos en Afganistán.

Esquema del financiamiento de la guerra antisoviética en Afganistán (1982)

• Nazis e islamistas lucharon juntos nuevamente contra los rusos cuando se creó el Emirato Islámico de Ichkeria (1999-2000, segunda guerra de Chechenia), pero no he podido encontrar documentación precisa sobre esa “cooperación” en particular.

El 8 de mayo de 2007, Dimitro Yarosh preside en Ternopol (Ucrania) la alianza entre los “nacionalistas integristas” ucranianos y las milicias yihadistas de la Hermandad Musulmana.

• El 8 de mayo de 2007, reunidos en Ternopol (oeste de Ucrania) por iniciativa de la CIA, los “nacionalistas integristas” de la Autodefensa del Pueblo Ucraniano y los yihadistas de la Hermandad Musulmana crean un “Frente Antimperialista” antirruso bajo la presidencia conjunta del “emir” de Ichkeria, Doku Umarov, y de Dimitro Yarosh, quien posteriormente reactivó la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN) de Stepan Bandera. Representantes de organizaciones de Lituania, Polonia, Ucrania y Rusia participaron en aquella reunión. Entre ellos estaban los separatistas islamistas de Crimea, de Adiguea, Chechenia, Daguestán, Inguchetia, Kabardino-Balkaria y Osetia. Al no poder asistir personalmente, debido a las sanciones internacionales en su contra, el "emir" Doku Umarov envió una alocución escrita, que fue leída a los participantes [6].

• Desde noviembre de 2013 hasta febrero de 2014, los nacionalistas integristas ucranianos promovieron los enfrentamientos del “EuroMaidan” (posteriormente designados por la prensa occidental como la “Revolución de la Dignidad”), bajo la supervisión directa de una seguidora del filósofo germano-estadounidense Leo Strauss, Victoria Nuland, por entonces subsecretaria de Estado para Asuntos Euroasiáticos. Según la prensa occidental, la policía había abierto fuego contra los manifestantes reunidos en la plaza Maidan, en Kiev, pero un tribunal de Kiev determinó después que francotiradores no identificados, posicionados en lugares altos que dominaban la plaza, habían disparado al mismo tiempo sobre los manifestantes y sobre los policías, un modus operandi ya utilizado antes en numerosos países por la CIA para impulsar falsas revoluciones.
El líder del movimiento de la juventud islamista Azatlik, el ruso Nail Nabiullin, quien, siguiendo la tradición de la Hermandad Musulmana, se había ido a participar en la yihad… contra los musulmanes sirios, regresó en aquel momento a Ucrania y participó en el golpe de Estado con los yihadistas bajo su mando [7].

• Según el New York Times, los nacionalistas integristas ucranianos lanzaron contra la población rusoparlante del Donbass los batallones “Cheikh Manur” y “Yokar Dudaev”, integrados principalmente por chechenos provenientes de Georgia y de Uzbekistán, y el batallón “Crimea”, cuyos miembros eran tártaros. Todos esos elementos habían participado antes en la guerra contra Siria [8].

• En agosto de 2015, el líder tártaro Mustafá Yemilev funda en Ankara (Turquía) una Brigada Musulmana Internacional para arrebatar a Rusia la península de Crimea. Yemilev es recibido por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien se compromete a financiar a esos yihadistas [9]. Esa milicia depende de Hizb ut-Tahrir, otro grupo inicialmente vinculado a la Hermandad Musulmana, y se componía de elementos provenientes de Tatarstán, Chechenia (Rusia), Uzbekistán, Azerbaiyán y Mechketia (Georgia). Tuvo su base en Jerson (Ucrania), pero sólo llegó a realizar algunos sabotajes contra el suministro de agua potable y de electricidad a la península de Crimea, cuya población tártara se puso del lado de Moscú.

• Desde hace un mes, un centenar de miembros de las fuerzas especiales ucranianas lucha en Sudán junto a la facción del general Abdel Fattah al-Burhan [10]. El general al-Burhan viajó a Libia para reunirse con el muftí El-Sadeq el-Gheryani, reconocido como uno de los jefes de la Hermandad Musulmana, quien también ha enviado yihadistas a luchar en Sudán por el general al-Burhan, o sea junto a los miembros de las fuerzas especiales ucranianas. Fue así como el general al-Burhan logró retomar Jartum, la capital de su país, el 12 de marzo de 2024, que había caído en manos de su rival, Mohamed Hamdan Dogolo, alias Hemedti.

A lo largo de veinte años hemos venido documentando el control que los servicios de inteligencia anglosajones ejercen sobre los yihadistas. No existen razones convincentes que expliquen los atentados del 11 de septiembre de 2001 [11]. Esta verdad será difícil de admitir sólo para quienes todavía creen que la guerra en Ucrania es una «agresión rusa» y que los nacionalistas integristas ucranianos luchan sólo por su país y únicamente en su país [12].