La Guardia Nacional de Rusia informa que el puente de Crimea está blindado contra posibles amenazas de sabotaje, en medio de la escalada con Ucrania.
“Las instalaciones del puente [que conecta la región rusa de Krasnodar y la península de Crimea a través del estrecho de Kerch] se encuentran completamente protegidas desde aire, tierra y mar”, ha dicho este jueves el jefe de la Guardia Nacional de Rusia, Viktor Zolotov, a la agencia de noticias TASS.
El alto responsable ha precisado que las aguas adyacentes a esta importante arteria de transporte son patrulladas por buques de la Guardia Nacional mientras los buzos inspeccionan los pilares del puente bajo la superficie del agua para cerciorarse de que no hayan sido objeto de manipulaciones de los enemigos.
Además, ha agregado que los buques antisabotaje de la clase Grachonok, en aras de garantizar una mayor seguridad para las instalaciones, están circulando en las inmediaciones.
Zolotov ha detallado, a su vez, que una brigada de operaciones especiales de la Guardia Nacional está trabajando en estrecha interacción con los Ministerios de Defensa y del Interior de Rusia, el Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) y los Ministerios de Transporte y Energía para reducir al mínimo cualquier posibilidad de que se produzca una situación de riesgo en este megaviaducto que une la península de Crimea con el territorio ruso.
¿A qué se debe tanta precaución?
Estos movimientos de seguridad, adoptados por parte de las autoridades rusas, responden a la escalada de tensiones que se acrecienta, a medida que Ucrania va enviando tropas, bajo el paraguas de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cerca del flanco occidental de Rusia.
Las relaciones entre Moscú y Kiev se han ido deteriorando, en particular, desde que la península de Crimea se reincorporó a Rusia tras un referéndum en marzo de 2014. Una vez que más del 96 % de los crimeos votó a favor de la incorporación a la Federación Rusa, las autoridades aprobaron la construcción del referido puente a fin de que el transporte fluya entre ambas partes.
Desde entonces, Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las brechas que surgieron a raíz de esta coyuntura que condujo a Ucrania a involucrarse en una campaña bélica contra los grupos soberanistas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
En este momento, la crisis se ha reavivado por el reciente informe de Ucrania de la realización de unos ejercicios militares conjuntos con la OTAN, ante lo que Moscú ha desplegado en los últimos días un gran número de fuerzas y equipamiento militar en la frontera occidental, y ha advertido que cualquier despliegue de tropas de la Alianza Atlántica en Ucrania provocaría más tensiones cerca de sus fronteras y conduciría a una respuesta contundente por parte de Rusia.
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