La actual Colombia es una dictadura sanguinaria y peculiar que se mantendrá así por necesidades de Estados Unidos, indica el politólogo Iñaki Gil de San Vicente.
Iñaki Gil ha realizado este miércoles un análisis para HispanTV sobre la retoma de protestas en Colombia contra el presidente Iván Duque y su política represiva in extremis, y la decisión de los principales voceros de las manifestaciones de llevar sus reclamos al Congreso.
En cuanto a la represión de las protestas, el experto en temas políticos ha dicho que, de hecho, “en Colombia, existe una dictadura en cubierta, una dictadura muy dura sanguinaria”, instalada desde los años cincuenta.
En esta tesitura, explica que esta “dictadura peculiar” se puede evidenciar en varios niveles. “Aparentemente se está bajo un poder civil que garantiza o que dice garantizar las libertades democráticas, eso en apariencia, pero vemos que en la realidad no es así”, indica Iñaki Gil.
Lo segundo, prosigue el entrevistado, es porque existe “una casta, una unión entre el poder civil y el poder militar”, que tiene el poder real y efectivo en Colombia.
Asimismo, menciona que hay una “apariencia de democracia jurídica y parlamentaria externa superficial” que no puede ocultar las decenas de asesinatos que se practican impunemente.
Por último, Iñaki Gil señala un “poder oculto que es el narcocapitalismo que en Colombia es la tercera pata de la economía”, que sostiene los intereses de EE.UU. e Israel.
Todos estos factores confluyen en que el “heroico pueblo como es el colombiano sea machacado de una forma tan sanguinaria”, afirma Iñaki Gil.
Presentar reclamos al Congreso, una maniobra ante estallido de volcán
En cuanto a la posibilidad de que el Parlamento colombiano resuelva el pliego de reclamos de los manifestantes, Iñaki Gil ha dicho que es muy difícil que el pueblo colombiano alcance sus objetivos por esta, por más que presione con mucha fuerza.
De acuerdo con la visión del politólogo, llevar los reclamos populares al Congreso, no es más que “una maniobra” de un sector de los partidos políticos colombianos, conscientes de que pueden producirse “volcanes” como ha habido en Chile, en Perú, en Bolivia. Por ello, llevan las demandas de los manifestantes al Congreso, para que allí con una serie de reformas puntuales se dé una imagen de que algo cambia, pero, a su juicio, esto no progresará porque a Estados Unidos no le conviene.
EE.UU. no puede perder a Colombia
De hecho, el experto precisa que oficialmente Washington tiene siete bases militares en suelo colombiano, pues, hay muchas más en la práctica. Además, el narcocapitalismo colombiano es muy importante para el lavado de dinero que mantiene la economía de EE.UU.; y el país norteamericano necesita tener “una potencia policía” que vigile a Venezuela.
Entonces, concluye Iñaki Gil, por todas estas razones es difícil, sino practicante imposible, que se cumplan parlamentariamente las promesas de los manifestantes, o recuperen las fallas o se cuestione la incapacidad de la burguesía colombiana. “La actual Colombia sanguinaria es imprescindible para EE.UU. e Israel y, en el plano económico, el caos es imprescindible para el narcocapitalismo”, recalca.
Fuente: HispanTV noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario