3 de octubre de 2021
Siria alerta de más complots terroristas coordinados con el Occidente para escenificar el supuesto uso de misiles equipados con gas sarín en Idlib, noroeste.
Según fuentes locales en la provincia noroccidental de Idlib, los terroristas del Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), con el auspicio de expertos franceses, belgas y marroquíes, han realizado modificaciones precisas en ciertos misiles para equiparlos con ojivas capaces de portar gas sarín y cloro, tal y como recogió el sábado la agencia siria oficial de noticias SANA.
El proceso duró unas dos semanas, hasta que el pasado jueves por la noche, detalló SANA, ocho misiles modificados fueron trasladados por dos ambulancias, pertenecientes a los llamados “cascos blancos”, con dirección a las áreas de Yabal al-Zawiya y Yisr al-Shuqur, en el sur y sureste de Idlib, respectivamente, así como a la zona de Sahl al-Qab, en las afueras de Hama (centro-oeste).
La localidad estratégica de Yisr al-Shuqur fue la primera parada, posteriormente, los proyectiles llegaron a las manos de un líder del Partido Islámico de Turkestán (TIP, por sus siglas en inglés), quien envió dos de ellos al pueblo de Sahl al-Qab y los otros cuatro a la ciudad de Ihsem, en Yabal Al-Zawiya. Todos los misiles se encuentran en poder de los terroristas del Frente Al-Nusra.
Las células extremistas en cooperación con elementos occidentales, en particular, los “cascos blancos” han utilizado armas químicas contra los civiles del norte de Siria, con el fin de incriminar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
En abril de 2018, los “cascos blancos” entregaron a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) dos cilindros que contenían gas cloro, acusando a Damasco de haber lanzado esa sustancia contra los residentes de Duma, al este de Damasco (capital siria). Bajo este pretexto, EE.UU., el Reino Unido y Francia atacaron Siria. No obstante, un informe de la misma OPAQ demostró que este “ataque químico” fue un montaje de los terroristas para culpar al Ejecutivo de Al-Asad.
De vez en cuando, el Occidente intenta repetir el mismo escenario en el país árabe con el objetivo de forzar a la comunidad internacional a actuar contra Siria, que desde 2011 enfrenta un conflicto armado provocado por grupos armados y organizaciones terroristas, apoyados por ciertos países occidentales.
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