Al Gobierno francés solo le importa los intereses de las grandes finanzas, por lo que no quiere sentarse para satisfacer los intereses de los manifestantes, dice un experto.
Los franceses vuelven a tomar este jueves las calles en el marco de una ola de protestas en rechazo de la reforma de las pensiones, aprobada por el presidente Emmanuel Macron, la que busca, entre otros, aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años. Las manifestaciones se producen un día antes del esperado veredicto del Consejo Constitucional sobre la legalidad del proyecto de ley.
En una entrevista concedida este viernes a la cadena HispanTV, el analista político Eduardo Luque ha abordado la razón, por lo que el Gobierno galo no quiere sentarse a satisfacer los intereses de los ciudadanos que salen a protestar ya por doce semanas consecutivas.
“El presidente Macron es un presidente que está sometido a los intereses de las grandes finanzas y presta atención sumamente a esta gente, y no presta atención a lo que es la opinión del conjunto de la mayoría de la población”, ha señalado.
Desde el 19 de enero, los sindicatos llevan organizando protestas masivas contra la controvertida reforma del sistema de pensiones. Las movilizaciones populares aumentaron en intensidad a mediados de marzo, cuando Macron, lo adoptó por decreto para evitar perder el voto en el Parlamento.
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