Otro escándalo sacude a la monarquía Al Jalifa, tras desvelarse que el Gobierno de Baréin pagó sobornos a diputados británicos para tapar su historial de DD.HH.
Documentos oficiales publicados por Sky News y Tortoise Media indican que el Ministerio de Exteriores de Baréin pagó 48 940 libras (59 301 dólares) en sobornos a varios diputados británicos, según informe el domingo el portal local Bahraini Leaks.
El monto fue distribuido, según el informe, entre ocho parlamentarios conservadores británicos, es decir, Royston Matthew Smith, Tobias Ellwood, Adam Holloway, Bob Sealy, Matthew Offord, Bob Stewart, Alicia Cairns y Robert Jenrick para que asistan a un evento oficial organizado por los Al Jalifa en el extranjero.
Stewart, entre otros diputados, se ha convertido en un defensor de la monarquía bareiní en el Reino Unido. En un discurso pronunciado en Baréin el año pasado, el diputado conservador deseó salud y una larga vida para el rey británico y el monarca bareiní. En otro evento, rechazó que, en la pequeña monarquía del Golfo Pérsico, hubiera “presos políticos”, afirmando que todos los encarcelados allí “han cometido un delito”.
Los documentos indican que Baréin pagó también más de 20 000 libras para llevar a cuatro diputados británicos —Tobias Ellwood, Bob Seeley, Ruston Smith y Bob Stewart— al Diálogo de Manamá celebrado en el país árabe a fines de noviembre.
Durante su estancia en Manamá, la delegación británica se reunió con el ministro del Interior de Baréin, Rashed bin Abdulá bin Ahmad Al Jalifa, a quien otros 24 diputados británicos acusaron el año pasado, de promover una “cultura del abuso” de los derechos humanos en el país en “un clima de impunidad”.
Muchos activistas bareiníes creen que el régimen de los Al Jalifa paga sobornos e invita a diputados británicos a Baréin en busca de ocultar su negro historial de derechos humanos y escapar de las críticas internacionales por la persecución política que lleva a cabo contra los activistas y disidentes.
Alaa Al-Shihabi, académica de la Universidad de Londres (UCL, por sus siglas en inglés), denunció que los diputados británicos corruptos han traicionado a los defensores de la democracia en Baréin al ignorar “los cientos de casos documentados de ejecuciones extrajudiciales y torturas [cometidas por los Al Jalifa] para demostrar que el sistema judicial de Baréin es completamente justo”.
En Baréin, defensores de los derechos humanos, periodistas, activistas políticos, clérigos chiíes y manifestantes pacíficos son blancos frecuentes de ataques del régimen.
La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusó en diciembre pasado a los poderosos aliados de Baréin, como Estados Unidos y el Reino Unido, de no pronunciarse en contra de las graves violaciones de los derechos humanos del régimen de los Al Jalifa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario