Miles de kurdos residentes en El Líbano han salido este domingo a las calles en la ciudad capitalina de Beirut para expresar su protesta contra los crímenes que perpetra el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) contra sus compatriotas en la ciudad siria de Kobani (Ain-al Arab, para los árabes).
Los manifestantes se dirigieron hacia la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Beirut para entregar una carta a las autoridades de esta entidad en la que condenaron los actos terroristas de Daesh contra su pueblo en Kobani y pidieron la adopción de medidas necesarias para apoyar a los kurdos en esta ciudad.
"Kobani está sangrando, hay que salvarlo del extremismo y el fanatismo", "Kobani será la tumba del EIIL", eran algunos de los lemas izados en las pancartas que llevaban los manifestantes en apoyo a los residentes en Kobani que se ha convertido desde mediados de septiembre en blanco de ataques terroristas de Daesh.
Los participantes en la marcha también corearon eslóganes contra varios dirigentes de Turquía, en particular contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al que acusan de apoyar a Daesh y de quedarse con los brazos cruzados ante el sufrimiento de los kurdos.
Turquía, cuya frontera tiene pocos kilómetros de distancia con Kobani, se abstiene de apoyar a las fuerzas kurdas e incluso no deja que los voluntarios kurdos en Turquía crucen la frontera para socorrer a sus compañeros cercados por el EIIL.
La posición de Turquía ante la situación en Kobani ha provocado varias protestas durante los últimos días en varios países del mundo, incluso en el territorio turco donde los manifestantes exigen que Ankara tome medidas para frenar los avances de Daesh.
El pasado mes de septiembre, un líder del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), Dursun Kalkan, acusó al Gobierno de Ankara de ser cómplice del EIIL en sus actos de violencia en los vecinos territorios de Irak y Siria, donde tiene “ambiciones territoriales”.
Por otra parte, los avances del EIIL durante los últimos días en Kobani donde se apoderaron el viernes del cuartel general de los kurdos, muestra la ineficacia de la intervención militar de Estados Unidos y sus aliados en Siria, donde varios civiles han muerto en las ofensivas aéreas de dicha coalición.
El grupo takfirí EIIL, con miles de integrantes europeos y estadounidenses en sus filas, controla varias zonas del norte de Siria, desde donde pudo, en el mes de junio, infiltrarse en el territorio iraquí, apoderándose rápidamente de algunas partes de ese país árabe.
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