La ciencia explica los impactantes efectos
que el azúcar produce en nuestro cerebro, que no se diferencian mucho de
los que sufre el de un adicto a las drogas, el tabaco o el alcohol.
RT / Wikipedia
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Cuando alguien experimenta una recompensa –por ejemplo, mientras come una comida especialmente sabrosa– el nivel de dopamina alcanza su máximo. Para los adictos, se trata de todo lo contrario: este pico de dopamina solo llega en la anticipación de la recompensa, en lugar de con la propia recompensa real. Más tarde, una vez que se consigue, los efectos son débiles porque el cerebro ha sido inundado con la dopamina.
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Los escáneres cerebrales muestran que los adictos de todo tipo tienen menos receptores de dopamina de media en su cerebro, por lo que las señales de dopamina se envían más débiles entre células. Esto es lo que hace el azúcar al cerebro –exactamente lo mismo que el tabaco, el alcohol y la cocaína.
En 2013 investigadores de la Universidad de Connecticut descubrieron que los productos ricos en azúcar y grasa pueden ser tan adictivos como la cocaína: estimulan el cerebro de la misma manera en que lo hacen las drogas. Algunos especialistas opinan que estos productos representarían aún mayor peligro que las drogas debido a su accesibilidad y asequibilidad.
https://actualidad.rt.com/ciencias/view/142870-azucar-cerebro-efecto
DOPAMINA
Es un neurotransmisor, producido en el sistema nervioso, en
el Hipotálamo; se encarga la dopamina, en mantener el movimiento
armonioso del cuerpo, función esta de la dopamina realizada en la
Materia Negra del cerebro, cuya debilidad puede generar Parkinson;
también la dopamina se encarga de la capacidad de aprendizaje, de la
memoria, del comportamiento ante el dolor, el placer, las emociones y el
comportamiento del ciclo Circadiano, o ritmos biológicos; gobernados
éstos por medio de relojes biológicos en cada estructura y organismo
para su subsistencia; como el sueño, la temperatura, reacciones ante
la luz; las encargadas de esta función son las hormonas, las cuales
se llegan a afectar, con el desequilibrio de la dopamina; como en la
función del riñón, donde la hormona adenocoricotrópica, el cortizol
generados por las glándulas adrenales, alteran sus funciones, y se
generan cambios en la enzima Renina, que alteran la tensión y la
función hídrica y aumento de la sensación de cansancio; la tiroides es
otra que se ve afectada por la dopamina, en su elevación o disminución
y el comportamiento en la función sexual, también, por la alteración
de la hormona Luteinizante.-
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