El secretario general de las Naciones
Unidas, Antonio Guterres, llama a la
‘calma’ y la ‘moderación’ en
Zimbabue, tras el golpe de Estado del
Ejército.
“(El secretario general) está monitoreando la
cambiante situación de Zimbabue. Llama a la
calma y la moderación. La preservación de los
derechos fundamentales, incluida la libertad de
expresión y reunión, es de vital importancia”, ha declarado este miércoles Farhan Haq, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
de este miércoles militares del Ejército de Zimbabue liderados por el jefe de las Fuerzas Armadas, el
general Constantine Chiwenga, tomaran el control
del país.
“Llamamos a todos los actores relevantes a
pasar de la
confrontación al diálogo con el objetivo de
una solución pacífica”,
ha dicho la vocera del bloque comunitario,
Catherine Ray, en una
rueda de prensa.
El Ejército ha detenido a tres ministros que
podrían formar
parte del conocido grupo G40, una facción de
la gobernante
Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico
(ZANU-PF), que según los expertos quiere marginar a los
veteranos de guerra para allanar el camino
hacia el poder
de la primera dama, Grace Mugabe.
El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ha confirmado en una llamada telefónica a su par de Sudáfrica, Jacob Zuma, que está en situación de arresto domiciliario. El Ejército niega que se
trate de un golpe de Estado y dice que Mugabe
está a salvo.
Esta crítica situación se produce en medio de
tensiones sin precedentes entre el jefe de Estado y las Fuerzas Armadas, que habían amenazado con intervenir tras la destitución del
http://www.hispantv.com/noticias/africa/359672/
golpe-estado
-zimbabue-ejercito-mugabe
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Destituyen al vicepresidente
de Zimbabue por deslealtad
a Mugabe
EFE06/11/2017 (17:31)
(Actualiza con detalles de la destitución)
Harare, 6 nov (EFE).- El vicepresidente de
Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, quien
se había postulado como sucesor del
presidente Robert Mugabe, fue destituido
hoy de su cargo por "deslealtad y escasa
honradez en la ejecución de sus deberes",
informó el portavoz de su partido y ministro
de Información, Simon Khaya Moyo.
En los últimos días, Mugabe y su esposa, Grace,
habían advertido en mítines de la posible
destitución del vicepresidente, que se hizo
efectiva hoy tras ser acusado de "deslealtad,
falta de respeto, engaños y falta de fiabilidad",
según el portavoz de la Unión Nacional A
fricana de Zimbabue - Frente Patriótico (Zanu-PF).
Moyo indicó que la conducta del vicepresidente,
en el cargo desde 2014, se había hecho
"incompatible con sus responsabilidades
oficiales".
La caída en desgracia de Mnangagwa se produce
poco después de que sus seguidores
supuestamente abucheasen a Grace Mugabe
durante un mitin del vicepresidente celebrado
el pasado sábado en
Bulawayo, segunda ciudad del país.
Esto se convirtió en la gota que colmó el vaso
para Grace Mugabe, quien había acusado al vicepresidente de "jugar a un juego peligroso"
después de que éste reiterase que había sido envenenado durante un mitin en agosto, que
provocó que fuese trasladado de urgencia a un
hospital en Sudáfrica.
Robert Mugabe, de 93 años, que gobierna este
país del sur de África desde 1980, anunció que se presentará a las elecciones de 2018, aunque
algunos altos cargos de su partido se han postulado
para sustituirlo en el poder, algo que ha provocado enfrentamientos en el seno de la formación.
Los expertos apuntan a la primera dama como
una de las principales candidatas a suceder al presidente.
La sección femenina del Zanu-PF ha hecho
campaña en las últimas semanas para que
una mujer sea nombrada vicepresidenta del país, mientras que las juventudes del partido fueron
más explícitas y apoyaron directamente la
candidatura de Grace Mugabe para el puesto.
La propia primera dama aseguró ayer en un
encuentro con seguidores de su partido que
"Mnangagwa odia a Mugabe desde que el país
consiguió la independencia" y dijo que se
"encargaría personalmente" de que se llevasen
a cabo "procedimientos disciplinarios" contra el
vicepresidente, al que acusó de planear un golpe
de Estado.
Mnangagwa accedió al cargo en 2014 tras la
destitución de la entonces vicepresidenta
Joice Mujuru, igualmente acusada de querer
sustituir a Mugabe en el poder, tras lo que también
Grace Mugabe dirigió la campaña para que fuera relevada de su puesto. EFE
https://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2017-11-06/destituyen-al-vicepresidente-de-zimbabue-por-deslealtad-a-mugabe_1359814/
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//Notas de Análisis//
La situación en Zimbabwe
Prof. Francisco Faig*
2008
El 14 de abril pasado la oposición política de
Zimbabwe, liderada por Morgan Tsvangirai y su Movimiento por el cambio democrático (MDC)
llamó a una huelga general.
Se trató de un intento más de presionar para
acceder a los resultados oficiales de la elección presidencial del 29 demarzo que, de acuerdo a
diversos analistas, pondrían
en tela de juicio la reelección del presidente Robert Mugabe.
La situación en Zimbabwe preocupa a una Africa
austral que no quiere enfrentarse a una situación
de desestabilización que, en particular para
Africa del Sur, contradice sus intereses de potencia regional ineludible.
El presidente Mugabe, de 84 años, está en el poder desde 1980, cuando alcanzó el cargo de primer
ministro luego de lideraruna guerrilla nacionalista
contra el gobierno blanco que constitucionalmente
había
definido una suerte de apartheidracial en los años setenta. Ese mismo año, los británicos acordaron la independencia de Rhodesia del Sur, que
se transformó en el actual Zimbabwe.
Mugabe es, en realidad, el último sobreviviente de
los grandes líderes políticos que condujeros el
proceso de descolonización.
Y en parte por ello Mugabe es presidente desde
1987. Luego es reelecto, en comicios
discutidos, en 2002. Al año siguiente se desató una
crisis agrícola de magnitud ya que el poder
presidencial expropió las tierras de los grandes
terratenientes blancos. Al año siguiente, el viejo
granero del sur de África,
no alcanzó siquiera a satisfacer su demanda interna
de alimentos de origen agrícola.
Con más de 13 millones de habitantes,
Zimbabwe presenta índices de desarrollo escalofriantes. La esperanza de vida es de
apenas 39 años, el
20% del total de la población adulta está
infectada
por el virus del sida, el 80% de la población
no tiene trabajo, el crecimiento en 2007
presentó un
guarismo negativo de 6% y la inflación a
enero de
2008 era de 100.000% (cien mil) anual.
Después de ocho años de depresión económica
y de resultados nefastos, los cambios políticos en Zimbabwe son urgentes. Sin embargo, Mugabe
asegura que la oposición no llegará al poder
mientras
él esté vivo. Para contrarrestar esta situación
caótica, Mugabe ha prometido la “indigenización”
de las empresas – suerte de nacionalización étnica
– y el
aumento de salarios públicos. Medidas que son insatisfactorias para una población agobiada que
hace tiempo que descree de Mugabe.
Es que en realidad, las energías del gobierno están puestas en la implementación de fraudes electorales masivos como los que muy probablemente hayan ocurrido en las elecciones del 29 de marzo.
El continente africano presenta recurrentemente situaciones de desorden político extremo.
Los procesos de descolonización de los años
sesenta y setenta no lograron generar, en la
mayoría de los casos, estados-nación que institucionalmente aseguraran el desarrollo del
bienestar de sus poblaciones.
Los paradigmáticos casos de Mobutu en el Congo
o de Mugabe en Zimbabwe ilustran estas
situaciones que ponen en tela de juicio la viabilidad misma del Estado.
A esta dificultad institucional
esencial se agrega la falta de cultura política
pluralista que abra paso a una alternancia en el
poder de distintos partidos que acepten la
discrepancia como un escenario natural de la democracia, sin que ello implique la liquidación
de quien piensa distinto.
Alcanzar el poder se
transforma así en un objetivo en sí mismo,
que
permite el desarrollo de cleptocracias
muchas veces apoyadas desde distintas ex potencias coloniales europeas, y que dejan perdurar en el tiempo
regímenes de explotación económica que favorecen intereses capitalistas centrales.
Un dato alcanza para ilustrar esta realidad: el
total de la deuda externa del continente
subsahariano es menor al conjunto de depósitos
de orígenes africanos privados – por lo general, empresarios y políticos - que descansan en bancos europeos.
El ejemplo de Mugabe prolonga,
en el siglo XXI, una situación que no es nueva
en el continente pero que igualmente siempre
termina llamándonos la atención. Ni espíritu
republicano, ni respeto institucional democrático,
ni sentido histórico nacional, ni perspectivas de desarrollo de largo plazo.
Zimbabwe se enfrenta a una desintegración social
cuyas consecuencias serán, sin dudas, a la vez angustiantes y duraderas.
Profesor de Sistema Internacional Contemporáneo
Lic. en Estudios Internacionales. Universidad ORT - Uruguay
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