Rusia advierte que si EE.UU. envía las prohibidas bombas de racimo a Ucrania, Moscú no tendrá más remedio que usar “armas similares” contra fuerzas ucranianas.
“Si Estados Unidos suministra bombas de racimo a Ucrania, las Fuerzas Armadas rusas se verán obligadas a utilizar armas similares contra las fuerzas ucranianas como respuesta”, indicó el martes el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, en una conferencia de prensa transmitida por la televisión rusa.
Aunque ni Rusia, ni EEUU, ni Ucrania se han sumado a la Convención sobre Municiones de Racimo, Shoigú aseguró que Moscú, “siendo consciente de la amenaza que representa esta munición para la población civil, se ha abstenido de usarlas” en el curso de la operación especial militar en el país vecino.
Sin embargo, el titular de Defensa ruso amenazó con que “Rusia tiene municiones de racimo en servicio... para todas las ocasiones”, avisando que tales artefactos de fabricación rusa son “mucho más eficaces que las estadounidenses, porque su alcance es más amplio y más diverso”.
Además, alertó que la entrega de bombas de racimo a Kiev solo “alargará el conflicto” en Ucrania.
El envío de municiones de racimo, arma sumamente peligrosa con un negro historial por causar efectos devastadores y numerosas víctimas civiles, anunciado el pasado viernes por la Casa Blanca, forma parte de un nuevo paquete de ayudas ofensivas al país eslavo.
En una entrevista con la cadena CNN, el presidente estadounidense, Joe Biden, a su vez, justificó la controvertida medida, diciendo que los ucranianos “se están quedando sin munición” y “necesitan” estas armas.
Rusia alerta que usar estas bombas provocaría una tercera guerra mundial, peor aún, un “Armagedón nuclear”, y prometió responder al suministro de este armamento letal.
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