Los
países latinoamericanos muestran una tendencia económica que apunta al
crecimiento, contrario a Europa y Estados Unidos que desde hace años han
venido en caída. Sin embargo, la desigualdad sigue siendo el flagelo a
combatir en esta región, que en toda su historia ha tenido que
enfrentarse a los sesgos elitistas.
El Banco Mundial (BM) publicó en su página web en
marzo de 2014 que a medida que las condiciones económicas en las
economías avanzadas han mejorado este año, las perspectivas económicas
para América Latina y el Caribe lucen bastante positivas: con un
crecimiento acelerándose de 2,9% en 2014 a 3,2% en 2015 y 3,7% en 2016.De cumplirse esta proyección, el crecimiento promedio esperado para la región superaría el modesto incremento de 2,5% del año 2013. No obstante, el Banco Mundial precisó en su informe que "a pesar de los avances de la última década, la desigualdad en la región sigue siendo elevada y podría estar estancándose".
En enero de 2014, el Fondo Monetario Internacional (FMI) auguró crecimiento económico para América Latina en 2014, pero señaló que sería una época "volátil". En este sentido, el organismo sostiene en sus estadísticas que los países de la región han crecido a una tasa media del 4% desde 2004, frente al 2,6% en el período 1995-2004 y el 2% entre los años 1980 y 2002.
La desigualdad: una brecha significativa
Los logros de América Latina en materia económica son indudables y por ello han sido reconocidos por el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Sin embargo, hay una pregunta sin responder: ¿por qué en medio del crecimiento sigue existiendo la desigualdad?
En un artículo publicado el 20 de julio de 2014, la cadena británica BBC indicó que "a pesar del crecimiento de la última década y de la aplicación de políticas redistributivas, América Latina sigue siendo la región más desigual del planeta, sólo superada por una zona plagada de guerras y hambrunas: África Subsahariana".
La afirmación es basada en las cifras del Banco Mundial, cuyas estadísticas reflejan que aunque en los últimos 15 años unos 100 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza, pero que la distancia que los separa de los más ricos apenas ha variado. Diversas mediciones de la norma internacional usada para la desigualdad, el Coeficiente Gini, coinciden en este dato.
Según el Banco Mundial y el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), África Subsahariana tiene un nivel de desigualdad del 56,5, seguido por América Latina (52,9) y bastante lejos de Asia (44,7) y Europa del Este y Asia Central (34,7).
La clave: programas sociales
Según Leo Gasparini, experto del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), los avances en la última década en América Latina se deben a una mezcla de factores económicos y de política social. "La caída de la desigualdad se debe en parte a factores exógenos, como la fuerte mejora en los términos de intercambio (precios de las exportaciones versus el de las importaciones), y en parte a políticas aplicadas, como el aumento del gasto social, con programas focalizados como las transferencias monetarias condicionales", indicó.
Para contrarrestar la desigualdad, varios gobiernos progresistas han implementado programas sociales destinados a las clases con menores recursos. El Gobierno Bolivariano de Venezuela, ideó con Hugo Chávez una de las iniciativas que han sido tomadas con bandera para la inclusión social: las misiones, cuyos logros han sido reconocidos por organismos internacionales.
En toda la región existen acciones similares. El 'Plan Familias' y el plan 'Jefes y Jefas de Hogar' en la Argentina, el 'Bono Juancito Pinto' y el 'Madre Niño-Niña' en Bolivia, el 'Chile Solitario', el 'Familias en Acción' en Colombia, el 'Bono de Desarrollo Humano' en Ecuador y 'Oportunidades' en México, son algunos de estos ejemplos.
http://telesurtv.net/opinion/America-Latina-Crecimiento-economico-vs.-desigualdad-20140721-0031.html
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Las inversiones en América Latina han aumentado por las transnacionales,
explotando la gran mayoría del terreno latino; beneficiándose de este rubro los
capitalistas que participan en estas actividades y el pueblo continúa con su condición
de explotado, mal remunerado, y viendo la disminución y terrible contaminación de su hábitat.-
Los TLC han aumentado las inversiones de los diferentes
renglones de importación, ganando los importadores y algunos exportadores y dueños de capital;
mientras la pequeña y mediana industria se ve obligada a cerrar por la dura
competencia, y los trabajadores entran a engrosar los subempleos o trabajos
informales, vendiendo, dulces, cigarrillos
y otros en las calles.-
Recorren los diferentes gobiernos a subsidios que alivianan el momento del beneficiado del pueblo, pero a
largo plazo lo hunde en miseria.-
Pues no se dan beneficios de posibilidades de estudios,
universidad que ayuden a mejorar sus diferentes capacidades laborales.-
Debiendo mencionar el desplazamiento de campesinos e indígenas,
por presiones de transnacionales, y diferentes intereses políticos económicos,
que roban sus tierras, para pasar a engrosar estas
los diferentes campos de explotación
al servicio de las transnacionales.-
Siendo países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay,
regiones donde existe una mayor preocupación por el valor humano, y su
crecimiento es menos ostentoso pero más sostenible a largo plazo.-
Allí existen posibilidad de estudio, y diferentes beneficios
que mejorar en sus bases la calidad de vida de sus pueblos; y no es una limosna,
como ocurre como con el resto de Latinoamérica,
donde se otorgan subsidios, e inversiones del estado o inversión social; para que los pueblos callen mientras
ellos se llevan todas sus riquezas.-
Anamaría.-
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