Como si estuviese sincronizada
con el ritmo de la economía, la velocidad de la banda ancha en el mundo
ha entrado en recesión y lleva dos trimestres
descendiendo en casi todos los países. No hay una razón que lo
explique, aunque si varias posibilidades.
Cuando hace algo más de un mes publicamos los resultados del estudio
trimestral del estado de Internet de Akamai nos llamo la
atención que España junto con muchos otros países hubiese registrado un
notable descenso de velocidad con respecto a otros
trimestres anteriores. Nuestro país fue además el único en el que
aumentó la velocidad considerada de banda estrecha, por debajo de 256
Kbps.
Especulamos con la posibilidad
de que fuese debido a la popularización de internet móvil o a que los
usuarios estaban pasando a conexiones más lentas y
económicas para ahorrar.
Los datos que publica Akamai
se calculan analizando la velocidad a la que los usuarios de todo el
mundo descargan contenidos desde los servidores de su red
CDN, que sirve vídeo y otros contenidos por encargo de empresas
similares a YouTube o NetFlix. Se trata por tanto de una medida de
velocidad en un uso real de internet. Con esta información,
Akamai elabora cada trimestre su informe sobre el estado de
internet.
Benoit Felten, analista de la
consultora Diffraction Analysis analiza las razones que pueden estar
detrás de esta nueva tendencia. Según su estudio el
descenso se inició en el tercer trimestre de
2011. Entonces, 21 de los 49 países analizados perdieron velocidad
respecto al anterior trimestre. Durante el cuatro trimestre de 2011,
este efecto se ha acentuado y ampliado a 36 de los 49
países, que de nuevo perdieron velocidad. En Europa, este
comportamiento lo presentan 20 de los 23 países que aparecen en el
informe.
Felten descarta que se deba a
un aumento del uso de internet móvil, normalmente más lento que la banda
ancha fija, puesto que Akamai excluye explícitamente
los sistemas autónomos de operadoras móviles.
Otra posibilidad que descarta,
a partir de la información que su consultora obtiene directamente de
las operadoras para las que trabaja, es que los usuarios
estén migrando hacia conexiones más lentas en busca de un mejor
precio, empujados por la crisis.
Finalmente, la tesis más
probable para Felten es que el aumento de dispositivos en el hogar,
manteniendo una misma velocidad de la conexión doméstica, hace
que cada uno individualmente navegue a menor velocidad.
Hay otra posibilidad, que
Felten no menciona, pero que no podemos descartar. La misma situación
que describe como causa más probable, si la trasladamos
"aguas arriba" puede cobrar sentido. Hay algunos datos a tener en
cuenta:
Sabemos que Telefónica es reticente a ampliar sus acuerdos de intercambio de tráfico con Google o que mejoraría la velocidad de sus
clientes al acceder, por ejemplo a YouTube. Lo mismo ocurre con otras operadoras y generadores de
contenido.¿Por qué lo hacen?.
El lobby de las operadoras persigue un cambio de modelo en el intercambio de tráfico en internet para que los generadores de contenidos paguen por
enviar la información a través de sus redes hasta los clientes.
Sabiendo esto, no resulta
difícil imaginar que la política de las grandes operadoras de un tiempo a
esta parte sea no ampliar el volumen de los acuerdos de
intercambio de tráfico con los grandes generadores de contenidos,
algunos de ellos alojados en la red CDN de Akamai, con el fin de forzar
el cambio de modelo que persiguen.
No se trata de un bloqueo o
ralentización del tráfico, simplemente se trata de quedarse con las
manos cruzadas esperando que la otra parte pida más, obligada
por el crecimiento de la demanda, para entonces ponerle precio.
fuente.Aquí
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