Necesitamos más arroz integral
Fortunato Esquivel
Hace poco, los productores de arroz del norte cruceño, enfrentaban un grave problema relacionado con dificultades para almacenar la gran cantidad del grano producido este año. En el sector de San Carlos, los arroceros no encontraban silos para almacenar su producción por falta de espacio.
Esta buena noticia, sobre el récord de cosecha
arrocera hacía prever la posibilidad de exportación a favor de los
campesinos, pero la extraordinaria productividad, no se producía sólo en
Bolivia, el fenómeno es mundial. Se estima que en el periodo 2012-2013
la cosecha mundial de arroz llegará a 466,4 millones de toneladas.
Ante esta situación, Naciones Unidas calcula que los costos de importaciones mundiales de alimentos disminuyan este año en unos 50 mil millones de dólares. La FAO estima que existen suficientes reservas para responder a la demanda del planeta. Si ello se une a una menor cotización para el arroz, se contendría la inflación, pues este producto es base para más de tres mil millones de personas en el mundo.
El verdadero valor nutritivo del arroz fue descubierto a principios del siglo pasado cuando las islas Filipinas fueron invadidas. Las cárceles se llenaron de presos opositores a las fuerzas invasoras del imperio.
Aquellos presos eran alimentados con lo que por entonces se llamaba “arroz salvaje”. Granos con cáscara y germen. Los invasores norteamericanos, enviaron cargamentos de “arroz civilizado”. Granos descascarados, pulidos y blanqueados que prácticamente eran puro almidón.
Desde 1901, los presos comieron ese arroz descascarado y en los primeros diez meses enfermaron 4.825 y murieron 216. La mortandad no tenía intenciones de terminar Los médicos no encontraron otra explicación que algún microbio que se propaga debido a la falta de higiene. Pero por las dudas, dispusieron volver a la anterior dieta.
¡Santo remedio! Cuando los presos volvieron a comer el arroz salvaje, acabó la peste, las enfermedades y la muerte. En Bolivia, estamos en las mismas. Las peladoras de arroz, dejan el grano limpio y sin señas de cáscara o germen, que es donde reside el verdadero poder alimenticio de este grano.
Las peladoras del norte cruceño, solían entregar a los productores el arroz blanco y se quedaban con el germen que lo comercializaban para su propia ganancia. ¡Menos mal! Los arroceros se dieron cuenta y ahora reclaman la entrega de eso que ellos llaman afrecho.
Entretanto, la población sigue consumiendo el arroz pelado que no ofrece contribución alguna a la nutrición. Únicamente los restaurantes vegetarianos, ofrecen “arroz integral” es decir arroz con componentes de cáscara o germen. Pero, su cotización es más elevada y no es fácil de encontrar a la venta.
Si la producción mundial de arroz, llegó este año a sus máximos niveles y se prevé que se repetirá, ¿No es hora de consumir arroz integral?. Su cotización es mayor y su contribución nutritiva igualmente mayúscula. ¡Es hora de procesar más arroz integral!
fuente:Aquí
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Ante esta situación, Naciones Unidas calcula que los costos de importaciones mundiales de alimentos disminuyan este año en unos 50 mil millones de dólares. La FAO estima que existen suficientes reservas para responder a la demanda del planeta. Si ello se une a una menor cotización para el arroz, se contendría la inflación, pues este producto es base para más de tres mil millones de personas en el mundo.
El verdadero valor nutritivo del arroz fue descubierto a principios del siglo pasado cuando las islas Filipinas fueron invadidas. Las cárceles se llenaron de presos opositores a las fuerzas invasoras del imperio.
Aquellos presos eran alimentados con lo que por entonces se llamaba “arroz salvaje”. Granos con cáscara y germen. Los invasores norteamericanos, enviaron cargamentos de “arroz civilizado”. Granos descascarados, pulidos y blanqueados que prácticamente eran puro almidón.
Desde 1901, los presos comieron ese arroz descascarado y en los primeros diez meses enfermaron 4.825 y murieron 216. La mortandad no tenía intenciones de terminar Los médicos no encontraron otra explicación que algún microbio que se propaga debido a la falta de higiene. Pero por las dudas, dispusieron volver a la anterior dieta.
¡Santo remedio! Cuando los presos volvieron a comer el arroz salvaje, acabó la peste, las enfermedades y la muerte. En Bolivia, estamos en las mismas. Las peladoras de arroz, dejan el grano limpio y sin señas de cáscara o germen, que es donde reside el verdadero poder alimenticio de este grano.
Las peladoras del norte cruceño, solían entregar a los productores el arroz blanco y se quedaban con el germen que lo comercializaban para su propia ganancia. ¡Menos mal! Los arroceros se dieron cuenta y ahora reclaman la entrega de eso que ellos llaman afrecho.
Entretanto, la población sigue consumiendo el arroz pelado que no ofrece contribución alguna a la nutrición. Únicamente los restaurantes vegetarianos, ofrecen “arroz integral” es decir arroz con componentes de cáscara o germen. Pero, su cotización es más elevada y no es fácil de encontrar a la venta.
Si la producción mundial de arroz, llegó este año a sus máximos niveles y se prevé que se repetirá, ¿No es hora de consumir arroz integral?. Su cotización es mayor y su contribución nutritiva igualmente mayúscula. ¡Es hora de procesar más arroz integral!
fuente:Aquí
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¿Por
qué comer Arroz Integral?
A simple
vista, el arroz integral presenta un cierto tono marrón,
ya que mantiene su capa de afrechillo o salvado. Su principal
característica, que lo diferencia del arroz blanco, es
que posee mucha más fibra que éste.
Se trata de
un arroz al que se le ha quitado la cáscara externa, fibrosa
y no comestible conocida como cascabillo pero que conserva la
mayor parte de la cutícula o salvado que cubre al grano.
Se considera que es más natural y que su aporte de fibra, vitaminas y minerales es superior a otros alimentos. De hecho, son propiedades que se pierden si se come arroz refinado, el popular arroz blanco, considerado más astringente que la variedad integral.
Se considera que es más natural y que su aporte de fibra, vitaminas y minerales es superior a otros alimentos. De hecho, son propiedades que se pierden si se come arroz refinado, el popular arroz blanco, considerado más astringente que la variedad integral.
El valor nutritivo
del arroz integral es considerable porque aporta agua, proteínas,
hidratos de carbono, minerales (sodio, potasio, fósforo,
calcio, hierro…) aceites vegetales, provitamina A, vitamina
B1 (tiamina), vitamina B3 (niacina) y vitamina B12 (riboflamina).
Asimismo, es de los pocos alimentos que contienen por sí
mismos los doce aminoácidos esenciales para el cuerpo humano.
Su contenido en grasas es bajo y por sus porcentajes de albúmina
se recomienda su ingesta a la hora de eliminar líquidos.
Su aportación
de fibra lo convierte en un elemento imprescindible para la salud,
especialmente a la hora de regular el funcionamiento intestinal,
reducir los niveles de colesterol y prevenir el cáncer
de colon. La fibra es una combinación de sustancias de
diferente naturaleza entre las que se encuentran celulosas, pectinas,
hemicelulosas, alginatos, mucílagos, almidón y lignina.
Para facilitar el efecto beneficioso de la fibra conviene beber
agua en abundancia.
El arroz
integral es un cereal muy completo, energético y de fácil
digestión, por eso se recomienda para todas las edades,
especialmente niños, ancianos y celíacos, es decir,
aquellas personas que requieren dietas sin gluten. Muy eficaz
en el caso de enfermedades renales, cardíacas y vasculares,
afecciones hepáticas y úlceras, también se
recomienda en las curas de adelgazamiento, porque es un carbohidrato
de absorción lenta que proporciona al cuerpo la sensación
de estar saciado durante mucho más tiempo. Por otra parte,
su aporte en potasio y su bajo contenido en sodio resultan indicados
en los casos de presión arterial.
Valores
nutricionales por cada 100 gramos
- 360 calorías
- 77,4 % de hidratos de carbono
- 7,5 % de proteínas
- 1,9 % de grasas (de todos los cereales, es el más pobre en grasas)
- 0,9 % de fibra
- 32 mg de calcio
- 1,6 mg de hierro
- 9 mg de sodio
- 212 mg de fósforo
- 214 mg de potasio
- Vitaminas B1, B2, B3
- No contiene colesterol
Decir que
un alimento “no engorda” es una falacia. Todos los
alimentos tienen la capacidad de “engordarnos”, pero
algunos son más ricos en calorías (o energía)
que otros. El arroz integral tiene tantas calorías como
el blanco. Pero al no ser refinado se digiere más lentamente
(lo que aumenta el gasto energético del organismo) y produce
mayor sensación de saciedad.
- Es el grano que contiene más vitaminas del complejo B y las más fáciles de digerir.
- Es beneficioso para el sistema nervioso.
- Está compuesto por dos capas externas: la primera, de color dorado, rica en proteínas, sustancias minerales y vitaminas; la otra, el germen. De su permanencia resulta el rico y saludable arroz integral.
- El mejor no presenta granos verdes. Hay diferentes calidades: el grano largo (blue bonnet), el yamaní (para muchos, el mejor), el muti, más pequeño y redondo, recomendado en platos dulces.
- Produce mayor saciedad y retarda la aparición del hambre.
- Se recomienda no lavarlo, salvo cuando trae impurezas.
- Para hervirlo, calcular una taza de arroz por 3 tazas de líquido.
- Como todo cereal, incorporar la sal al final.
fuente:Aquí
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