13/11/2012 22:52
La
agencia de la ONU para los refugiados pidió el martes a los países
vecinos de Myanmar que abran sus fronteras a los musulmanes rohingya,
que huyen de la matanza étnica y sectaria auspiciada por el Estado.
Esta petición tiene como trasfondo una profunda preocupación por la suerte de los solicitantes de asilo, que están en barcos hacinados en la bahía de Bengala, cerca de la frontera sudeste de Bangladesh con Myanmar.
Además, últimamente decenas de musulmanes rohingya han perdido la vida después de que al menos dos barcos se hundieran.
"Se estima que entre 7.000 y 8.000 personas han salido de la bahía de Bengala durante la anterior temporada de navegación desde octubre de 2011 hasta marzo de 2012", señaló el martes Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en un comunicado.
ACNUR también ha hecho un llamamiento a los países de la región para favorecer "la distribución de la carga frente a esta emergencia humanitaria en crecimiento".
Anteriormente, la alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navi Pillay, solicitó al Gobierno de Myanmar que adoptara las medidas necesarias para garantizar los derechos de los ciudadanos rohingya.
Los rohingyas -una comunidad de unas 800 mil personas ubicada en el estado Rajine- no son reconocidos como una minoría, aunque ellos representan alrededor del cinco por ciento de la población de Myanmar. El Gobierno central los considera inmigrantes indocumentados provenientes de Bangladés, pese a llevar en el país varias generaciones y, en consecuencia, carecen de derechos civiles.
La nueva ola de violencia budista contra los musulmanes rohingya se ha cobrado, hasta la fecha, la vida de 300 personas, y miles se han visto obligadas a huir de sus hogares.
Esta petición tiene como trasfondo una profunda preocupación por la suerte de los solicitantes de asilo, que están en barcos hacinados en la bahía de Bengala, cerca de la frontera sudeste de Bangladesh con Myanmar.
Además, últimamente decenas de musulmanes rohingya han perdido la vida después de que al menos dos barcos se hundieran.
"Se estima que entre 7.000 y 8.000 personas han salido de la bahía de Bengala durante la anterior temporada de navegación desde octubre de 2011 hasta marzo de 2012", señaló el martes Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en un comunicado.
ACNUR también ha hecho un llamamiento a los países de la región para favorecer "la distribución de la carga frente a esta emergencia humanitaria en crecimiento".
Anteriormente, la alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navi Pillay, solicitó al Gobierno de Myanmar que adoptara las medidas necesarias para garantizar los derechos de los ciudadanos rohingya.
Los rohingyas -una comunidad de unas 800 mil personas ubicada en el estado Rajine- no son reconocidos como una minoría, aunque ellos representan alrededor del cinco por ciento de la población de Myanmar. El Gobierno central los considera inmigrantes indocumentados provenientes de Bangladés, pese a llevar en el país varias generaciones y, en consecuencia, carecen de derechos civiles.
La nueva ola de violencia budista contra los musulmanes rohingya se ha cobrado, hasta la fecha, la vida de 300 personas, y miles se han visto obligadas a huir de sus hogares.
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