DANDO INFINITAS GRACIAS AL CREADOR

DANDO INFINITAS GRACIAS AL CREADOR DE CIELO Y TIERRA POR ESTA POSIBILIDAD DE COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN.-

EN ESTE BLOG PRESENTAREMOS LAS NOTICIAS Y SUCESOS DEL NUESTRO MUNDO, BUSCANDO CON SABIDURÍA LA VERDAD, PARA CREAR EN NOSOTROS UN EQUILIBRIO Y UN HACER EN JUSTICIA.-

viernes, 31 de octubre de 2025

CÓMO ENFRENTAR EL MUNDO ACTUAL

Ciencia Celeste
¿Qué quieren las élites?, Versus, ¿Que quieren los pueblos?


 
  Ciencia Celeste es la sabiduría del Maestro Jesús, es su filosofía, nos la  DE da ahora, para que comprendamos, los duros momentos que vive la humanidad y tomemos posiciones justas,                                acertadas.-


 El cambio se inicia de forma individual, estudiando, analizando, practicando como los primeros cristianos; consiguiendo pureza, disciplina, que nos irán llevando al desarrollo de más virtudes y así podremos unirnos como pueblo, para construir en inteligencia, sabiduría, decisión, logrando abandonar el sistema capitalista.-

Anamaría.

Brasil. Genocidio antinegro: Lo que el poder no quiere nombrar

Por Federico Pita ^ / 31 de octubre de 2025.

La masacre de Río de Janeiro expuso una verdad que el mundo se niega a nombrar: el genocidio antinegro. Desde Sudán hasta el Chocó, desde el Congo hasta la Argentina, el racismo estructural sigue organizando quiénes pueden vivir y quiénes deben morir. No son tragedias aisladas, son capítulos de un mismo proyecto de exterminio. Nombrarlo es el primer acto de justicia.

En Río de Janeiro, la policía entró a la favela como quien entra a un territorio enemigo. Lo que siguió no fue un operativo de seguridad: fue una masacre. Más de 130 personas asesinadas, la mayoría jóvenes negros, ejecutados con la misma impunidad con la que, desde hace siglos, se derrama sangre negra en nombre del orden. La escena se repite con diferentes acentos, idiomas y banderas: en el Chocó colombiano, donde comunidades afrodescendientes son desplazadas por el fuego cruzado de paramilitares y Estado; en el este del Congo, donde millones de vidas negras fueron y son aniquiladas bajo el silencio del mundo; en Sudán, donde la guerra civil se traduce en una limpieza étnica contra poblaciones negras invisibilizadas por la prensa internacional.

Distintos territorios, un mismo patrón. Lo que los une es el racismo antinegro como estructura global, ese sistema que decide qué vidas valen y cuáles son descartables. Lo que los une es la continuidad del genocidio antinegro, una categoría que no figura en las declaraciones de la ONU, que no aparece en los titulares de los diarios, que no tiene memoriales ni minutos de silencio, pero que sostiene el orden del mundo.

El genocidio antinegro no es un episodio ni un exceso. Es un régimen de larga duración. Nació en los barcos negreros y se consolidó en los códigos coloniales, en las plantaciones, en las repúblicas criollas que se autoproclamaron libres mientras mantenían intactas las jerarquías raciales. Es el mismo régimen que, en nombre del progreso, arrasó pueblos enteros en África, y que en América Latina sigue operando cada vez que una bala policial atraviesa un cuerpo negro y la prensa lo justifica diciendo que “tenía antecedentes”. Cada vez que se naturaliza que la pobreza tiene color. Cada vez que se niega la afroargentinidad o se reduce a los pueblos originarios a la categoría folclórica de “minorías”, como si la nación blanca fuera una evidencia y no una construcción violenta.

El genocidio antinegro se reproduce también en la gramática del poder. En los discursos de odio, sí, pero también en las omisiones del progresismo que prefiere hablar de “vulnerabilidad” antes que de racismo. En los titulares que enumeran muertos sin mencionar su color. En los gobiernos que administran la desigualdad como si fuera un problema técnico y no la consecuencia de un orden racial.

Nombrar el genocidio antinegro no es una cuestión semántica, es un acto político. Es romper con el pacto de silencio que convierte el exterminio en estadística y la indignación en trending topic. Es señalar que detrás de cada cuerpo negro asesinado hay una historia de desposesión y una estructura de poder que se beneficia de esa muerte. Es entender que el racismo no sólo mata, sino que organiza el mundo: quién accede al agua, quién a la tierra, quién a la voz, quién al duelo.

En la Argentina, ese mismo pacto de silencio opera bajo otra forma: el negacionismo. Nos repiten que “acá no hay negros”, que “los pueblos originarios son minorías”, que “la mezcla nos salvó del racismo”. Es el mito fundacional de una nación blanca, europea, civilizada, que borró de su relato las genealogías africanas e indígenas que la habitan. Ese borramiento no fue un error ni una omisión: fue una política de Estado. El genocidio antinegro también se expresa en la imposibilidad de nombrar lo negro como parte constitutiva de lo argentino.

Hoy, cuando la ultraderecha mundial reescribe el lenguaje del odio y las democracias se vuelven cómplices por omisión, la urgencia es recuperar la palabra justa. Decir genocidio antinegro no es exagerar: es decir la verdad. Porque lo que sucede en Río, en el Chocó, en el Congo o en Sudán no son tragedias aisladas, son capítulos de una misma historia de exterminio. Y porque el silencio, la indiferencia y la tibieza también matan.

*Politólogo (UBA). Especialista en afrodescendencia, raza y racismo. Fundador de la Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR). Activista antirracista afroargentino. Negro de conciencia.  

“EEUU apoya a Milei por mantener su presencia militar en Argentina”

 

Publicada: domingo, 26 de octubre de 2025 22:02

Embed




Estados Unidos está apoyando al presidente Javier Milei para que no pierda las elecciones por la presencia militar que tiene en Argentina, afirma un experto.

En una entrevista concedida este domingo a HispanTV, el analista político Jorge Kreyness, ha puesto en entredicho la presencia de las tropas estadounidenses en los puertos del país haciendo operativos conjuntos en el día electoral que debería a ser una fiesta democrática.

El politólogo ha subrayado que si pierde Milei va a continuar la inestabilidad política que es el otro de lo que desea el polo dominante en el país, de manera que no depende tanto del resultado electoral, y lo importante es que hasta cuando puede aguantar el pueblo argentino el deterioro en su calidad de vida y esta dependencia y perdida de soberanía nacional y se va a confrontar contra el gobierno de derecha que ajusta el salario del pueblo.

 

Los argentinos acudieron hoy domingo a las urnas para elegir 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 del Senado.

Estas elecciones son consideradas cruciales, ya que medirán la aceptación de Milei, tras un año de gestión marcado por la crisis económica, la inflación y denuncias de corrupción. 

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha vinculado el apoyo financiero estadounidense para Argentina al éxito electoral de Milei.

Fuente: HispanTV Noticias

msm/hnb

 

El Gran Caribe se pronuncia contra la injerencia de EE.UU.

Legisladores de más de una docena de países reafirmaron en Caracas la voluntad para articular una respuesta común frente a la amenaza militar de EE.UU..

4911645594242190151

Caracas fue sede del Encuentro de Parlamentarias y Parlamentarios del Gran Caribe por la Paz. Foto: Jorge Rodríguez Gómez


31 de octubre de 2025 Hora: 15:26

es ES 

Con la presencia de legisladores de más de una docena de países, se inauguró en la capital venezolana el Encuentro Parlamentario del Gran Caribe por la Paz, un foro que busca articular una respuesta común frente a la amenaza de agresión militar de Estados Unidos y reafirmar la defensa de la soberanía regional.

LEA TAMBIÉN:
Sesiona en Venezuela Encuentro Parlamentario del Gran Caribe en defensa de la paz y la soberanía

En el encuentro participan representantes de Cuba, Belice, San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica, Antigua y Barbuda, Nicaragua, Colombia, México, Guatemala, Honduras, Brasil, Uruguay y Venezuela. La cita fue convocada para debatir sobre la escalada de tensiones en el Caribe, el despliegue militar estadounidense y la necesidad de fortalecer la diplomacia parlamentaria como herramienta de paz.

Durante la jornada, el canciller nicaragüense Denis Moncada ratificó el respaldo de su país a la soberanía de Venezuela y a lo que calificó como la legítima lucha del pueblo venezolano.

Extendió además su solidaridad a Cuba, Irán, Palestina y a las naciones del Caribe que sufrieron los embates del huracán Melissa, subrayando que la paz de los pueblos libres es una causa común.

“Luchamos por la paz de los pueblos libres. ¡Viva Venezuela y los pueblos del Caribe!”, afirmó.

Desde La Habana, la vicepresidenta de la Asamblea Nacional de Cuba, Ana María Mari Machado, denunció que se utilizan falsos argumentos como el narcotráfico para justificar la dominación y el saqueo de recursos en la región. Afirmó que la mejor manera de ganar una guerra es prepararse para evitarla, y llamó a la unidad del Caribe frente a las agresiones externas.

Igualmente, instó a Washington a destinar los recursos del belicismo a combatir la pobreza y recordó las palabras de Fidel Castro sobre la lucha permanente contra el imperialismo.

Mientras haya imperialismo y pueblos luchando contra él, su causa será nuestra causa en cualquier rincón del mundo.”, declaró Machado.

Por su parte, la senadora colombiana Gloria Inés Flórez, del Pacto Histórico, sostuvo que la llamada guerra contra las drogas impulsada desde el norte ha fracasado y solo sirve de pretexto para la intervención en países soberanos.

En su intervención, destacó que ha llegado la hora de la Patria Grande y exhortó a la cohesión regional, así como a la solidaridad con Cuba y Venezuela. “Llegó la hora de la Patria Grande”, sentenció Flórez.

Los organizadores del encuentro señalaron que los debates se centran en dos ejes principales: la denuncia de la escalada de agresiones y el despliegue militar de Estados Unidos, y el papel de los parlamentos en la defensa del derecho internacional, la soberanía y los recursos naturales de la región.

Autor: teleSUR - cc - NH

Fuente: teleSUR

Irán ante el nuevo tablero del mar Rojo


Publicada: viernes, 31 de octubre de 2025 13:23




El conflicto sudanés se ha convertido en el epicentro de una pugna por la influencia en el mundo islámico, observada desde Teherán como parte de un proceso más amplio de reajuste estratégico en el suroeste asiático y el Cuerno de África.

Por: Xavier Villar

A dos años y medio del estallido del conflicto en Sudán, la guerra civil ha mutado en un escenario de rivalidades internacionales que desborda sus fronteras y amenaza con redibujar el mapa político del mar Rojo y del Cuerno de África. Lo que comenzó como una disputa interna entre el Ejército sudanés (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) se ha transformado en una guerra por poderes donde las potencias regionales miden su peso y su visión del orden islámico.

Los informes sobre la instalación de una base militar emiratí en el este de Chad, junto con la sofisticación creciente del armamento de las RSF, han confirmado que Sudán es hoy el punto de fricción más intenso de una competencia geopolítica que enfrenta a dos modelos de proyección regional: el eje emiratí-israelí, respaldado por Washington, y quienes —como Irán, Turquía o Catar— abogan por una estructura regional más autónoma.

Desde Teherán, este proceso se observa con atención y cautela. Las autoridades iraníes interpretan la guerra de Sudán no como un conflicto aislado, sino como un episodio dentro de un reajuste mayor del sistema regional. En el discurso oficial, el enfrentamiento refleja el agotamiento del orden de seguridad diseñado por las potencias occidentales y la búsqueda de un equilibrio más plural entre los países musulmanes. Sin embargo, Irán ha optado por una estrategia de contención discreta, evitando cualquier implicación directa y apostando por la diplomacia multilateral como instrumento de influencia.

El nuevo escenario: bases militares y rearmes cruzados

A finales de 2025, Sudán atraviesa la fase más crítica del conflicto. Las RSF, reforzadas por un flujo constante de apoyo externo, controlan la mayor parte de Darfur, Kordofán y zonas estratégicas de la capital. El Ejército sudanés, en cambio, ha logrado recomponerse gracias al apoyo logístico de Egipto y a una limitada coordinación con actores internacionales que ven con preocupación la expansión del eje emiratí-israelí.

La confirmación de actividades en la base aérea de Amdjeress, en el este de Chad, marca un punto de inflexión. Imágenes satelitales analizadas por el Centro de Estudios Estratégicos de África muestran la ampliación de las instalaciones, con nuevas pistas de aterrizaje y hangares blindados. Desde allí, los Emiratos Árabes Unidos —según informes de la ONU— estarían coordinando el envío de suministros militares a las RSF operando con impunidad en el espacio aéreo sudanés.

La estrategia emiratí-israelí: control del mar Rojo y aislamiento iraní

La implicación de Emiratos Árabes Unidos e Israel en el conflicto obedece a una lógica estratégica de largo alcance. Sudán es la pieza central de un proyecto de conectividad regional destinado a garantizar el control de las rutas comerciales y energéticas del mar Rojo.

Tres objetivos resumen esta estrategia:

  1. Control permanente del corredor del mar Rojo
    La instalación de un gobierno afín en Port Sudan ofrecería acceso privilegiado a una vía marítima esencial. Los Emiratos han invertido más de 6000 millones de dólares en infraestructura portuaria en Eritrea, Somalilandia y Sudán, con el fin de proyectar poder naval desde el Golfo Pérsico hasta el canal de Suez.
  2. Aislar a Irán
    En documentos filtrados de fuentes israelíes, Sudán aparece descrito como
    “el eslabón perdido” del cerco estratégico contra Teherán. Un régimen dependiente, o influido por Israel, consolidaría el eje anti-Iraní en el flanco sur del mundo árabe, limitando la capacidad de Irán para proyectar influencia hacia África.
  3. Activar el Corredor Económico
    El llamado Corredor de Ben Gurion, respaldado por inversiones emiratíes de más de 15 000 millones de dólares, busca conectar los puertos del Golfo Pérsico con el Atlántico africano mediante una red de ferrocarriles, gasoductos y fibra óptica. Su viabilidad depende, no obstante, de la estabilización política de Sudán.

La respuesta iraní: equilibrio, diplomacia y contención

Frente a este escenario, Irán mantiene una postura cautelosa. Su estrategia combina la retórica diplomática con una presencia indirecta, evitando un involucramiento militar que pueda desembocar en una confrontación abierta, como las observadas en otros frentes. Sin embargo, algunas informaciones apuntan a un papel más activo, en particular a través de apoyo político y logístico al Gobierno, con el propósito de contribuir a la estabilización interna del país, aunque Teherán no ha confirmado oficialmente estos extremos.

El análisis desde Teherán se sostiene en tres pilares:

  • Crítica a la doble moral occidental.
    El Ministerio de Exteriores iraní denuncia la contradicción de unas potencias que se presentan como garantes del orden internacional mientras alimentan un conflicto devastador. Desde Irán se ha calificado la guerra de Sudán como “una herida abierta mantenida por la indiferencia selectiva del Consejo de Seguridad”.
  • Defensa del principio de soberanía.
    Teherán insiste en reconocer la autoridad del gobierno legítimo de Sudán frente a milicias armadas sostenidas desde el exterior, una postura que encaja en su doctrina de “resistencia diplomática” frente a la injerencia occidental.
  • Impulso de marcos regionales.
    Irán promueve una salida política dentro de estructuras
    como la Organización para la Cooperación Islámica, apostando por soluciones regionales que excluyan la tutela de las potencias extrañas al mundo islámico.

Nuevas alianzas y viejas rivalidades

La guerra en Sudán ha alterado los equilibrios regionales:

  • Egipto refuerza su apoyo a las SAF, viendo en las RSF una amenaza directa a su seguridad y al control de las aguas del Nilo.
  • Arabia Saudí, pese a su cercanía con Abu Dabi, mantiene reservas sobre las consecuencias de un Sudán fragmentado, especialmente por el riesgo del tráfico de armas hacia la península.
  • Turquía y Catar, preocupados por la expansión de la influencia emiratí-israelí, han explorado discretas formas de cooperación militar con Egipto, lo que sugiere un reordenamiento inédito de alianzas en el mundo suní.

El coste humano de la geopolítica

El conflicto ha desatado una de las mayores catástrofes humanitarias del siglo XXI, junto con el genocidio en Palestina, un colapso sistémico que ha borrado décadas de desarrollo y sumido a la población en una lucha diaria por la supervivencia. Las cifras de Naciones Unidas, actualizadas a octubre de 2025, dibujan un panorama desolador: más de 12 millones de personas desplazadas —equivalente a la población total de países como Bélgica o Cuba— y 25 millones de sudaneses enfrentando inseguridad alimentaria aguda, de los cuales cerca de 8 millones se encuentran en nivel de emergencia, un paso previo a la hambruna.

El sistema sanitario ha colapsado en el 80 % del territorio, según confirman los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud. Solo uno de cada cinco centros de salud permanece operativo, y estos carecen de medicamentos esenciales, equipamiento básico y personal cualificado. Los brotes de cólera y malaria se extienden sin control a través de un país donde el 60% de la infraestructura de agua potable ha sido destruida o dañada irreversiblemente. En Darfur Occidental, la tasa de mortalidad infantil ha superado el umbral de emergencia, con dos niños menores de cinco años muriendo cada hora por causas prevenibles relacionadas con la desnutrición y enfermedades infecciosas.

El sistema educativo lleva más de dos años paralizado, afectando a una generación completa de 19 millones de niños y jóvenes sudaneses. Unicef alerta en su último balance que Sudán enfrenta la mayor crisis educativa del mundo, con el 90 % de los niños en edad escolar sin acceso a educación formal. Esta brecha generacional, advierten los expertos, tendrá consecuencias devastadoras para la reconstrucción futura del país.

En amplias regiones del país, el Estado ha dejado literalmente de existir. La autoridad central se ha desvanecido en territorios que representan aproximadamente el 65 % del territorio nacional, siendo reemplazada por una compleja red de milicias, administraciones tribales y comités populares que intentan llenar el vacío de poder. En ciudades como Nyala o El Obeid, los servicios básicos —recolección de basura, suministro eléctrico, mantenimiento de carreteras— llevan más de 30 meses interrumpidos, creando condiciones de vida que organizaciones humanitarias describen como “apocalípticas”.

La economía formal ha desaparecido, con una inflación interanual que supera el 400 % y una moneda local que ha perdido el 95% de su valor desde el inicio del conflicto. El Programa Mundial de Alimentos estima que el 90 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, forzando mecanismos de supervivencia extremos que incluyen el trabajo infantil, los matrimonios forzados y la venta de los últimos activos familiares.

La comunidad internacional enfrenta limitaciones sin precedentes para responder a esta catástrofe. Los ataques sistemáticos contra trabajadores humanitarios —358 incidentes graves documentados en lo que va de año— y las restricciones burocráticas impuestas por los beligerantes han paralizado las operaciones de ayuda en las zonas más críticas. Solo el 15% del llamamiento humanitario para Sudán en 2025 ha sido financiado, reflejando lo que muchos analistas denominan "la fatiga de los donantes" en un escenario global saturado de crisis.

Esta crisis multidimensional representa no solo una tragedia humana de escala monumental, sino también un fracaso colectivo de la arquitectura internacional de protección de civiles creada después de la Segunda Guerra Mundial. Cada día que persiste el conflicto, Sudán se hunde más profundamente en una espiral de la que, según advierten los especialistas en construcción estatal, podría tomar décadas recuperarse.

Conclusión: un espejo del cambio regional

La guerra en Sudán ha dejado de ser una crisis local para convertirse en el laboratorio donde se redefine el equilibrio de poder en el mundo islámico y el espacio del mar Rojo.
Desde Teherán, se percibe como un conflicto paradigmático: un espejo en el que se proyectan las tensiones entre soberanía y dependencia, entre integración regional y tutela externa.

Para Irán —y para buena parte de la región— el desenlace de esta guerra marcará no solo el futuro de Sudán, sino también el sentido de las transformaciones estratégicas que, desde el Golfo Pérsico hasta el Mediterráneo, están configurando un nuevo mapa del poder en Asia Occidental.

https://www.hispantv.com/noticias/opinion/633985/iran-ante-nuevo-tablero-mar-rojo

Sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki condenan a Trump por reactivar pruebas nucleares

 


Organizaciones de víctimas de los bombardeos atómicos y autoridades japonesas rechazan la decisión del presidente estadounidense de reanudar ensayos nucleares, a la que califican de inaceptable.

df813eb0a9c8027ce0201cc86198fbfe00f826d5w

Las víctimas de las bombas nucleares le profesan rechazo por el comportamiento con respecto a ensayos nucleares pese a la cercanía entre Tokio y Washington. Foto EFE


31 de octubre de 2025 Hora: 13:59

es ES 

El alcalde de la ciudad de Nagasaki, Shiro Suzuki, declaró este jueves 30 de octubre que Donald Trump «no es digno del Premio Nobel de la Paz» si se concreta su anuncio de reanudar las pruebas nucleares en Estados Unidos. Las declaraciones se produjeron tras la confirmación del expresidente estadounidense de que había ordenado reactivar ensayos atómicos, según publicó en su red social Truth Social.

LEA TAMBIÉN:

Venezolanos marchan en rechazo a acciones bélicas de Estados Unidos

Para Suzuki, la decisión de Trump representa una falta de respeto hacia las víctimas de las armas nucleares y hacia los esfuerzos globales por lograr el desarme. «Esto es completamente inaceptable», afirmó el alcalde, en declaraciones recogidas por el canal de televisión Asahi TV. Según sostuvo, esta postura «pisa los sinceros anhelos de personas en todo el mundo, incluidos los sobrevivientes de los bombardeos atómicos».

La Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas e Hidrogenadas (Nihon Hidankyo), también manifestó su rechazo a la medida. Su director representante, Satoshi Tanaka, expresó «profunda indignación» y recordó que los llamados hibakusha —como se conoce en Japón a los supervivientes de los ataques nucleares— llevan décadas luchando por un mundo libre de armamento atómico.

En una carta enviada a la Embajada de Estados Unidos en Tokio, Nihon Hidankyo calificó la decisión de Trump como una contradicción directa a los esfuerzos internacionales por la paz. La misiva señala que el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, en vigor desde enero de 2021, ha sido firmado por 95 países y ratificado por 74, y representa el camino hacia la eliminación de este tipo de armamento.

Los representantes de Nihon Hidankyo recordaron que fue precisamente Estados Unidos quien lanzó las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. En Hiroshima murieron 140.000 personas, de una población de 350.000, mientras que en Nagasaki fallecieron 74.000. La mayoría de las víctimas eran civiles.

Cada año, los días 6 y 9 de agosto se celebran en ambas ciudades japonesas las Ceremonias de la Paz, en memoria de las víctimas. En ese contexto, los testimonios de los hibakusha y sus llamados al desarme adquieren un significado central, especialmente ante decisiones como la anunciada por Trump, que reavivan el temor a un nuevo ciclo de proliferación nuclear.

Autor: TeleSUR-ah-

Fuente: Presidencia de Japón,

ga('create', 'UA-74734975-1', 'auto'); ga('send', 'pageview');