Por Mauricio Meschoulam
Nivel medio: La situación interna
1. En Irán, las decisiones más importantes son tomadas no por el presidente sino por el líder supremo, el Ayatola Ali Khamenei, quien ejerce el control sobre la Guardias Revolucionarias, sobre el ejército y sobre temas clave como el proyecto nuclear. El poder del presidente es limitado.
2. Un presidente puede tener una relativa influencia sobre esas decisiones clave, pero hasta ahí. Cuando éste cruza determinadas líneas, el sistema tiene la capacidad de irlo aislando. Algo así es lo que le terminó sucediendo a Ahmadinejad. El nuevo presidente tendrá que tener muy clara su capacidad de maniobra.
3. Es el propio sistema el que ha definido las reglas, el que ha indicado hasta donde se encuentra dispuesto a ceder, y hasta dónde no. Tras los disturbios del 2009 cuando quienes respaldaban a Mousavi -ese sí, un candidato reformista- reclamaron irregularidades en aquellas elecciones, los ayatolas decidieron al menos dos cosas: (a) Vetar de la elección a los candidatos que les eran realmente incómodos; y (b) Reconocer el triunfo del potencial vencedor, ya que los candidatos aceptados cumplían, todos, con los requisitos que el sistema imponía.
4. De este modo, Rouhani funciona como un héroe para los reformistas pues es el más pragmático de quienes quedaban. Fue apoyado por el llamado "movimiento verde". También fue apoyado por los expresidentes Khatami, y Rafsanjani, otros dos pragmáticos, el último vetado para contender estas elecciones. Al mismo tiempo, Rouhani cuenta con los requisitos mínimos de aceptación dentro del sistema; de otra forma no se le hubiese permitido competir.
5. El sistema, con este movimiento, se auto-legitima. Todos los votos contaron y se puede decir que gracias a la democracia, se abren espacios de "reforma y moderación".
6. Aunque el interés de la mayor parte del mundo se centra en los factores de política exterior, el nuevo presidente tendrá un elevado perfil en lo interno, intentando reparar la complicada situación económica del país, y favorecerá medidas que tiendan hacia la apertura dentro de determinados marcos que sean aprobados por los ayatolas.
Nivel micro: Rouhani, un conservador pragmático
Rouhani es el único clérigo que contendió en la carrera presidencial. Es hijo de la revolución iraní y fue fiel seguidor del Ayatola Khomeini, hasta su muerte. Es un político experimentado. Durante la guerra con Irak fue miembro del Consejo Supremo de Defensa y miembro del Alto Consejo en apoyo a la Guerra. También ha sido secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional. Fue Vice comandante en jefe de las fuerzas armadas. Del 2003 al 2005 fue la cabeza del programa nuclear iraní y fue el jefe encargado de las negociaciones con la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) en ese período.
Su postura siempre ha sido insistir en el derecho inalienable del pueblo iraní a tener su programa nuclear, pero ha expresado la necesidad de construir confianza con Occidente para eliminar las sanciones internacionales y evitar la posibilidad de una guerra. Desde su visión, una posición pragmática es la que logrará para Irán el mayor progreso en sus aspiraciones de ser potencia nuclear. Misma meta, instrumentos distintos.
Nivel macro: Lo internacional
1. Irán seguirá progresando en su programa nuclear. Ese es un tema de consenso entre el líder supremo, el presidente electo y la sociedad iraní entre la que este proyecto es sumamente popular.
2. Si se entiende esa condición, Rouhani intentará abrir las puertas a la negociación, favorecer las inspecciones internacionales e incrementar la transparencia del programa.
3. En última instancia, el objetivo geopolítico de un programa nuclear es la disuasión, y esa se podría conseguir si no a través de tener bombas armadas, sí a través de tener la capacidad de armarlas, aunque no se armen. Rouhani podría satisfacer a una buena parte de los actores, si convence a sus contrapartes de que Irán no ensamblará una bomba atómica y se conformará con quedarse en el punto de tener la capacidad para hacerlo.
4. Esto no será del agrado de Israel o de los conservadores en Estados Unidos. Sin embargo, hoy sabemos que Israel no cuenta con la capacidad de atacar exitosamente a Irán en solitario y conseguir que este proyecto nuclear sea sustancialmente golpeado. Por su parte, Obama no está interesado en involucrarse en una guerra si se le ofrece la garantía de que una bomba atómica no será ensamblada.
5. Así, las posibilidades de éxito de Rouhani en la negociación nuclear serán elevadas solo en la medida en que en la Casa Blanca prevalezca la doctrina Obama de repliegue internacional, y solo si el flamante presidente iraní no cruza los límites en las negociaciones que sean impuestos en Teherán por los ayatolas.
6. En cuanto al tema sirio, la situación es distinta. El eje Teherán-Damasco-Hezbollah ha conseguido importantes triunfos en la guerra civil de aquél país en fechas recientes. Irán seguirá apoyando a Assad dado que los intereses estratégicos de Teherán pasan por Damasco y eso no se modifica con el cambio de mando. De modo que la "moderación" de Rouhani, no se exhibirá tanto en este caso, mientras Assad y sus aliados de Hezbollah, sigan ganando posiciones en el terreno militar y Rusia siga respaldando al régimen.
En resumen, podemos decir que en Irán ha ganado la presidencia un conservador relativamente más pragmático que los otros candidatos conservadores. Se trata, efectivamente del menos "duro" de entre todos los que habían sido autorizados para contender, pero su poder es muy limitado frente al liderazgo de los ayatolas. Su llegada a la presidencia será vista positivamente por muchos, y se abre una puerta a la negociación. A pesar de ello, falta mucho para que podamos afirmar que estamos ante las soluciones en los temas de fondo que enfrentan a Irán con sus vecinos y con otras potencias del planeta.
http://blogs.eluniversal.com.mx/weblogs_detalle18594.html
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