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Libia se hunde en una crisis política y de seguridad
TRÍPOLI, LIBIA (20/MAY/2014).- El
Gobierno libio propuso una salida negociada a la profunda crisis
política y de seguridad que estalló en el país este fin de semana,
mientras las Fuerzas Especiales del Ejército anunciaron su apoyo a los
militares rebeldes que se levantaron en armas en Bengasi.
Libia está en vilo tras el ataque lanzado el viernes por fuerzas fieles al general retirado Jalifa Hafter contra la ciudad oriental de Bengasi y el asalto armado contra el Parlamento en Trípoli, protagonizado por dos milicias de las fuerzas fronterizas, lo que ha hecho que la incertidumbre se haya extendido en el país.
Ante esta situación, el Gobierno ha propuesto a la Asamblea Legislativa la celebración de elecciones parlamentarias antes del 15 de agosto y la búsqueda de un “consenso nacional” para reconducir la crisis.
Mediante una “iniciativa nacional”, el Ejecutivo plantea la repetición de la polémica votación parlamentaria que el pasado 4 de mayo convirtió a Ahmad Maitiq en el nuevo primer ministro.
Además, el Ejecutivo ha propuesto la suspensión de las actividades del Parlamento inmediatamente después de dicha votación.
Tanto las milicia que asaltaron el Congreso Nacional —Al Qaqaa y Al Sawaeq—, como el general rebelde Hafter, han mostrado su rechazo a la corriente islamista del Parlamento, representada por el bloque Wafa y por el partido Justicia y Construcción, próximo a los Hermanos Musulmanes.
No obstante, paralelamente a la llamada al diálogo y la calma por parte del Gobierno, incapaz de imponer su autoridad, el jefe de las Fuerzas Especiales libias, Wanis Abu Hamada, ha anunciado desde Bengasi su ingreso en las filas encabezadas por Hafter.
Libia está en vilo tras el ataque lanzado el viernes por fuerzas fieles al general retirado Jalifa Hafter contra la ciudad oriental de Bengasi y el asalto armado contra el Parlamento en Trípoli, protagonizado por dos milicias de las fuerzas fronterizas, lo que ha hecho que la incertidumbre se haya extendido en el país.
Ante esta situación, el Gobierno ha propuesto a la Asamblea Legislativa la celebración de elecciones parlamentarias antes del 15 de agosto y la búsqueda de un “consenso nacional” para reconducir la crisis.
Mediante una “iniciativa nacional”, el Ejecutivo plantea la repetición de la polémica votación parlamentaria que el pasado 4 de mayo convirtió a Ahmad Maitiq en el nuevo primer ministro.
Además, el Ejecutivo ha propuesto la suspensión de las actividades del Parlamento inmediatamente después de dicha votación.
Tanto las milicia que asaltaron el Congreso Nacional —Al Qaqaa y Al Sawaeq—, como el general rebelde Hafter, han mostrado su rechazo a la corriente islamista del Parlamento, representada por el bloque Wafa y por el partido Justicia y Construcción, próximo a los Hermanos Musulmanes.
No obstante, paralelamente a la llamada al diálogo y la calma por parte del Gobierno, incapaz de imponer su autoridad, el jefe de las Fuerzas Especiales libias, Wanis Abu Hamada, ha anunciado desde Bengasi su ingreso en las filas encabezadas por Hafter.
http://www.informador.com.mx/internacional/2014/528857/6/libia-se-hunde-en-una-crisis-politica-y-de-seguridad.htm
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