14/07/2012 09:58
Este sábado, Osorio, cuyo país mantiene la presidencia provisional del Consejo de Seguridad de la ONU en el mes de julio, se ha hecho portavoz de los puntos de vista de los miembros no permanentes del Consejo respecto al caso sirio, en una entrevista concedida a la agencia de información iraní IRNA.
Ha destacado, asimismo, el papel de la República Islámica de Irán en las conversaciones políticas sobre Siria y ha insistido en que la situación del país árabe es diametralmente opuesta a la de Libia, por lo que cualquier decisión equivocada abocaría a una fase peligrosa tanto para Siria como para la región.
El presidente provisional del Consejo de Seguridad ha afirmado que la sensibilidad del caso ha obligado a muchos miembros del Consejo a rechazar la opción militar en los últimos meses.
En alusión al último viaje del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe (LA), Kofi Annan, a la capital iraní, Teherán, ha asegurado que la participación de los países con buenas relaciones con Siria, en especial Irán, es vital para solventar el conflicto que vive Siria desde marzo de 2011.
Lo primordial para el Consejo de Seguridad, dice Osorio, es el fin de la violencia, solo después llegarán los diálogos en el marco del plan de seis puntos de Annan, con la participación de las partes implicadas.
Al referirse a la suspensión de la misión de los observadores de la ONU en el país árabe, insiste en que de momento no pueden seguir en el país por peligrar sus vidas.
También ha subrayado el desacuerdo existente entre los EE.UU. y Rusia sobre la extensión de la misión de los observadores y ha asegurado que, de momento, estos países se esfuerzan por conseguir un acuerdo.
A la pregunta de si Siria se ha convertido en el campo de batalla de las potencias mundiales, contesta: “la situación geopolítica de ese país afecta profundamente en las cuestiones internacionales”. Por otra parte, “la situación geográfica y el papel regional de Siria, además de su proximidad a El Líbano, Irán y Turquía, diversifica su estatus al de Libia”.
El 10 de julio, Annan, en su visita a Teherán, destacó en una rueda de prensa conjunta con el canciller iraní, Ali Akbar Salehi, que el país persa “puede desempeñar un papel positivo” para solventar la crisis y poner fin a la violencia en Siria; su papel es “importante y necesario”.
A pesar de los intentos descarados del Occidente, a su cabeza los Estados Unidos, para derrocar al Gobierno sirio, Rusia y China han vetado en dos ocasiones las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que incluían la destitución del presidente Al-Asad.
Siria, sumida en una ola de violencias desde marzo de 2011, dispone de pruebas documentales que revelan el papel de algunos países occidentales y regionales en el suministro de apoyo logístico y armamentístico a los grupos armados opositores al Gobierno que operan en el país.
El conflicto ha segado la vida de miles de personas, entre ellas muchos efectivos de las fuerzas de seguridad.
fuente:Aquí
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