Viernes 4 de Octubre de 2013, 08:43 am
Musulmanes en Birmania piden protección al Gobierno
Organizaciones musulmanas en Myanmar
pidieron protección al Gobierno, luego que el jueves, budistas
extremistas incendiaran una mezquita, asesinando así a cuatro creyentes
del islam.
Las cuatro principales entidades de la comunidad atacada en el Estado Raknine (oeste), emitieron un comunicado conjunto, manifestando que sienten pánico, desde que estallaron otra vez las tensiones el sábado pasado en la localidad y que se extendieron a otras cercanas, según información fue divulgada este viernes por el diario local The Nation.
Fuentes policiales birmanas, citadas por Prensa Latina, indicaron que en estos recientes altercados se registraron más de 50 heridos y enfrentamientos en alrededor de un centenar de casas y establecimientos comerciales en aldeas próximas a la ciudad de Thandwe, en el estado de Raknine.
El conflicto ocurrió horas antes de que el presidente de Myanmar, Thein Sein, visitara la región por primera vez desde que asumió el cargo en marzo de 2001, para informarse de primera mano de la situación entre estas dos comunidades.
En junio del 2012, enfrentamientos dejaron un total de 50 muertos y 54 heridos. En octubre del mismo año, se repitieron los enfrentamientos dejando a más de 100 musulmanes rohingya fallecidos.
En marzo de este año, se presentaron nuevos enfrentamientos entre budistas y musulmanes en la ciudad de Meiktila (centro) donde 32 personas fallecieron y ocho mil 800 personas huyeron para refugiarse en lugares seguros, hechos por los cuales el presidente Sein, declaró un estado de excepción en la región.
El Gobierno birmano, de mayoría budista, se niega a reconocer los musulmanes y los ha clasificado como inmigrantes ilegales, a pesar de ser descendientes de musulmanes persas, turcos y bengalíes que arribaron al país siglos atrás.
http://www.telesurtv.net/articulos/2013/10/04/musulmanes-en-birmania-piden-proteccion-al-gobierno-tras-ataque-de-budistas-extremistas-8006.html
Las cuatro principales entidades de la comunidad atacada en el Estado Raknine (oeste), emitieron un comunicado conjunto, manifestando que sienten pánico, desde que estallaron otra vez las tensiones el sábado pasado en la localidad y que se extendieron a otras cercanas, según información fue divulgada este viernes por el diario local The Nation.
Fuentes policiales birmanas, citadas por Prensa Latina, indicaron que en estos recientes altercados se registraron más de 50 heridos y enfrentamientos en alrededor de un centenar de casas y establecimientos comerciales en aldeas próximas a la ciudad de Thandwe, en el estado de Raknine.
El conflicto ocurrió horas antes de que el presidente de Myanmar, Thein Sein, visitara la región por primera vez desde que asumió el cargo en marzo de 2001, para informarse de primera mano de la situación entre estas dos comunidades.
En junio del 2012, enfrentamientos dejaron un total de 50 muertos y 54 heridos. En octubre del mismo año, se repitieron los enfrentamientos dejando a más de 100 musulmanes rohingya fallecidos.
En marzo de este año, se presentaron nuevos enfrentamientos entre budistas y musulmanes en la ciudad de Meiktila (centro) donde 32 personas fallecieron y ocho mil 800 personas huyeron para refugiarse en lugares seguros, hechos por los cuales el presidente Sein, declaró un estado de excepción en la región.
El Gobierno birmano, de mayoría budista, se niega a reconocer los musulmanes y los ha clasificado como inmigrantes ilegales, a pesar de ser descendientes de musulmanes persas, turcos y bengalíes que arribaron al país siglos atrás.
http://www.telesurtv.net/articulos/2013/10/04/musulmanes-en-birmania-piden-proteccion-al-gobierno-tras-ataque-de-budistas-extremistas-8006.html
La tragedia islámica de Birmania
Choques entre budistas y musulmanes
dejan multitud de muertos y desplazados y empañan las reformas
políticas iniciadas por el régimen
29.07.12 - 00:27 -
Los budistas tienen fama de pacíficos, y rara vez se
identifica su religión con movimientos extremistas. Pero no faltan
ejemplos que demuestran que la violencia no siempre les resulta ajena.
El último de ellos se vive desde hace semanas en Birmania, un país de
difícil cohesión social y política que, sin embargo, está embarcado en
esperanzadoras reformas que pueden desembocar, a largo plazo, en mayor
respeto hacia los derechos humanos y la implantación de un sistema
democrático. Desafortunadamente, los acontecimientos han manchado de
sangre el nacimiento de esta transformación.
El 3 de junio, la bomba siempre latente del odio
religioso estalló. En el Estado occidental de Rakhine, una horda de
budistas linchó a una decena de musulmanes de la etnia Rohingya, uno de
los grupos que más represión sufren en el mundo y que está clasificado
como 'en peligro de extinción' por Médicos Sin Fronteras. Fue una
respuesta a la supuesta violación de una adolescente budista por tres
hombres musulmanes que, curiosamente, ya habían sido detenidos.
La respuesta del grupo étnico no se hizo esperar, y la
rabia se extendió tan rápido como el fuego que calcinó monasterios,
mezquitas y cientos de viviendas. Incluso los monjes que arriesgaron sus
vidas durante la Revolución Azafrán de 2007, en la que exigieron sin
éxito reformas democráticas, piden ahora a la población que no auxilie a
los musulmanes, y dificultan la distribución de ayuda humanitaria a los
Rohingya, cuya población se estima entre 800.000 y un millón de
personas.
Muchos de ellos son apátridas -en 1982 Birmania dejó de
concederles la nacionalidad tachándolos de inmigrantes ilegales- cuyos
orígenes se encuentran en la vecina Bangladesh, un país del que llegaron
con los colonos británicos y que ahora incluso niega el refugio a los
que escapan en barcazas de la violencia. En algunos pasquines
distribuidos por los monjes se considera a los Rohingya «crueles por
naturaleza», e incluso se les acusa de «planear el exterminio del resto
de grupos». Uno de los líderes budistas, Ashin Htawara, pidió al
Gobierno que «expulse a los Rohingya a su tierra nativa». Teniendo en
cuenta la inmensa influencia que los monjes tienen en la sociedad
birmana, no es de extrañar que el problema haya adquirido una magnitud
exacerbada.
El Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia el
10 de junio, pero la guerra continúa. Y muchas de las atrocidades son
cometidas por soldados y policías. Diferentes testigos afirman incluso
que los militares se divierten quemando los testículos de los ancianos
con cigarrillos e introduciéndoles palos en el ano, mientras las mujeres
son sistemáticamente violadas. La organización Jamaat-e-Islami también
denuncia las torturas que sufren quienes se niegan a convertirse al
budismo. «Les hacen comer cerdo y les dan alcohol para beber. Si no
aceptan, son golpeados, e incluso ha habido casos en los que han sido
quemados vivos», aseguró el jueves su portavoz, Syed Munawar Hasan.
Peligro de deportación
Las estimaciones de muertos varían desde los 90 hasta
varios miles, y los desplazados se cuentan por decenas de miles. La
mayoría vive hacinada en campos de refugiados que harían palidecer a
quienes residen en Darfur, y diferentes ONG ya han alertado de que se
han disparado las enfermedades y los casos de malnutrición, cuya
prevalencia está ya por encima de lo que se considera una crisis
sanitaria.
Pero el presidente birmano, Thei Sein, no parece que
tenga mucho interés en resolver el problema de forma humanitaria. De
hecho, alentado por el apoyo de los monjes, el pasado día 11 pidió a
Naciones Unidas, cuyos trabajadores han sufrido detenciones en la zona
de conflicto, que ayude en la reubicación de los Rohingya fuera de las
fronteras birmanas, una petición que se ha interpretado como la
intención de llevar a cabo una deportación masiva que podría tener
graves consecuencias sociales. «La Policía local, el Ejército y los
responsables de las fronteras han disparado y matado a rohingyas en
diferentes operaciones, mientras que a los detenidos se los mantiene
incomunicados», denunció al diario 'The Guardian' Elaine Pearson,
directora ejecutiva de Human Rights Watch en Asia.
Claro que no solo las ONG han tomado nota de la crisis
humanitaria de los musulmanes birmanos. La organización terrorista
islámica Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), que trató de atentar con una
bomba en el Times Square neoyorquino en 2010 y golpea a menudo a las
fuerzas paquistaníes, amenazó con atacar objetivos birmanos para vengar
la represión que sufren sus 'hermanos' Rohingya, y exigió al Gobierno de
Islamabad que corte toda relación diplomática con Birmania. «De lo
contrario no solo atacaremos intereses birmanos en cualquier punto,
también iremos a por los amigos paquistaníes de Birmania, y los
mataremos uno a uno», dijo el portavoz de TTP, Ehsanullah Ehsan.
«Vengaremos vuestra sangre», sentenció.
http://www.hoy.es/v/20120729/internacional/tragedia-islamica-birmania-20120729.html
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