Ocho soldados muertos por violencia durante elecciones en Yemen

 Fuentes de seguridad señalaron que milicianos armados del Movimiento del Sur, que lucha por la división del país para separarse del gobierno central del norte, atacaron estaciones de voto en la provincia de Hadramaut, provocando la muerte de cuatro efectivos militares.

Al menos ocho soldados murieron hoy mientras custodiaban colegios electorales, presumiblemente por ataques de milicias separatistas en varias provincias del sur de Yemen, mientras sectores populares cuestionan la utilidad de los comicios.
Fuentes de seguridad señalaron que milicianos armados del Movimiento del Sur, que lucha por la división del país para separarse del gobierno central del norte, atacaron estaciones de voto en la provincia de Hadramaut, provocando la muerte de cuatro efectivos militares.
Otros dos uniformados perdieron la vida en el distrito de Al-Hawta, e igual número pereció en otra acción armada en Adén, la principal ciudad meridional de Yemen, donde también se reportaron numerosos heridos.
Los incidentes ocurren, a pesar de que las autoridades desplegaron más de 103 mil soldados y agentes de seguridad en todos los colegios electorales para garantizar la tranquilidad del sufragio que elegirá como jefe de Estado al vicepresidente Abdo Rabbo Mansour Hadi.
Pese a que algunas mesas de votación abrieron con retraso, la televisión estatal comenzó a reportar desde temprano las largas filas de ciudadanos en Sanaa y provincias del interior, obviando algunas expresiones populares de rechazo al candidato único.
Dado que Yemen es un país con alto porcentaje de armas por habitantes, muchos spots televisivos urgieron a los hombres a acudir a las urnas sin sus habituales jambiyas (dagas) y fusiles automáticos, además de que solo es escuchó el rezo islámico del mediodía.
Hadi asumió la presidencia en funciones cuando el mandatario Alí Abdulah Saleh aceptó una iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico para la transición, apartándose del poder a cambio de inmunidad judicial para él y sus allegados.
De acuerdo con el plan del CCG, que apoyaron Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea, el futuro presidente gobernará durante dos años, y promoverá un diálogo nacional, la redacción de la Constitución y la reforma del Ejército, que controlan familiares de Saleh.
No obstante, círculos opuestos al perdón judicial del ya expresidente yemenita califican la votación como un referendo del plan del Golfo Pérsico, más que una verdadera elección, pues se prevé que prevalezca la continuidad frente al reclamado cambio de régimen.

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